"No he encontrado nada más apasionante que subirme al escenario"
El líder de Burning, Johnny Cifuentes, la mítica banda de la Movida, que esta noche ofrece un concierto en Santander, cree que para mantenerse hay que "seguir enamorado de lo que te ocurrió hace años"
Pilar González Ruiz
Sábado, 1 de abril 2017, 10:47
La noche previa a esta entrevista, Johnny Cifuentes (Madrid, 1955), vocalista de Burning, se acostó tarde. Era el cuarenta aniversario del Penta, bar referencial de la Movida. Los mismos años que tiene su banda. "Estuvimos celebrándolo un montón de amigos", dice. Amigos a los que "hacía mucho tiempo que no veía", como Jorge Martínez, de Ilegales o Jaime Urrutia. Esta noche, Burning estará en Cantabria (Escenario Santander) en un concierto que se iniciará a las 21.00 horas y abrirán Hendrik Röver y los Míticos Gts, y Desvariados. Una ocasión que según Cifuentes "no hay que dejar pasar".
Comenzamos hablando de La Movida, pero ustedes no eran el perfil que más encajaba en ese movimiento.
Fue una época muy guapa que aún se sigue celebrando. Hacía muy poco que se había muerto el Dictador y todo el mundo tenía ganas de decir cosas. Nosotros no veníamos del todo de ahí. Éramos más duros, más stonianos, más incluso del glam rock, T-Rex. Ellos eran más de los Ramones, con menos técnica y más desenfadados.
¿Y cómo llegaron a formar parte de esa corriente?
El puente nos los dio 'Qué hace una chica como tú en un sitio como este'. Nos dio pasaporte para ser respetado. Aún se sigue celebrando y la gente, como en este aniversario, acude en masa para escuchar a Los Secretos, La Frontera...
Pero también fue efímera.
Fue como una apisonadora de rock urbano. Casi todos desaparecieron del mapa y a otros les costó mucho seguir. Porque eso es lo que pasa con las modas.
Sin embargo, ustedes permanecen.
Creo que la clave es no moverte de tu sitio, como el famoso chotis 'Del Ladrillo'. Fíjate que han pasado modas; el punk, los nuevos románticos, el techno. Todo te va influenciando y en algún disco se notará, pero hay que seguir intentando hacer buenas canciones y buenos conciertos. Seguir enamorado de lo que te ha ocurrido hace años. Yo no he encontrado nada más apasionante que subirme a un escenario.
Y no resulta cansado después de tantos años
Sí, sobre todo el rollo físico. Nosotros no hacemos giras de cuatro ciudades seguidas. Vamos saltando de Murcia a Santiago. A veces te pasa factura pero se pasa enseguida cuando te dicen que quedan cinco minutos para tocar. No hay nada más divertido que te salga un verso, estremecerte con un acorde y subirte en la furgoneta para ir a tocar. No se puede comparar.
¿Se siente un referente?
No. No me veo así. Soy un tío que tuvo suerte, hizo un grupo que al principio era para pasar el tiempo y estar con chicas en vez de jugar al fútbol y al final se convierte en tu vida, en 20 discos y 2000 conciertos.
Dos mil conciertos es una vida en directo, y hoy por hoy, la supervivencia de la música, ¿no le parece?
Ahora toca así. Antes el negocio era la venta de discos y las grandes compañías manejando y ahora la comida está en los directos. Tienes que darte e impactar, día a día. Tienes que estar muy fino. Además el momento es bueno. Hay una oferta increíble. Hay conciertos todos los días en todas las ciudades e incluso haciéndose competencia.
¿Y cree que las bandas actuales miran al pasado?
Nosotros aprendimos, nos enseñaron el camino. Las cosas han cambiado mucho. Ahora puedes hacer un disco en casa, promocionarte por las redes. Es más fácil llegar a la gente pero la asignatura pendiente es la misma; tener buen material. Haría siempre hincapié en eso; no te quedes con lo primero que tocas, profundiza y llega hasta las tripas.
¿Usted se mueve en redes sociales?
Es un nido de locos, yo me quité por eso. A veces hay información muy mal empleada. La vida personal, lo que pueda opinar, es circunstancial. Mi vida me lo ha demostrado: mande quien mande, como no te lo curres tú, con una buena canción, no tienes nada.
¿Escucha música actual?
Siempre, la música no para. Y qué bien. Esto que decíamos de la oferta de conciertos ocurre con las plataformas de sonido. Pinchas y te sugiere otra cosa que no conoces. Si quieres, puedes estar toda tu vida descubriendo.
Estamos perdiendo a casi todos los ejemplos míticos.
La de la guadaña está haciendo un trabajo..
Por suerte la música permanece.
Te fijas en lo que va quedando y te vuelves a poner sus canciones. Se van y vuelves a repasar cosas, son otras escuchas más profundas. En uno de los bises alguien me dijo que se había muerto Chuck Berry. Subí a hacer el bis y le dije a la gente que me sentía vacío. Fue duro. Intentemos sujetar a los que nos quedan, que sean eternos y hagan una gira más. El futuro es incierto. Por eso es el momento de ir a ver a Burning. ¡No sabemos cuanto durará la locomotora!
¿Esa es la meta, hacer siempre una gira más?
Sí, sí, es el pensamiento; hacer una gira más. Es difícil retirarse. Además, no sé por qué me tengo que retirar Hago lo que me gusta.
¿Se imaginó viviendo de esto?
Que va. Era un capullo. Con 18 años, hacía declaraciones como que los mayores de 30 no podían hacer rock and roll. Me las tengo que comer ahora. (ríe). Nunca pensamos que podía ocurrir. Eramos chicos de barrio, de parque, con nuestras guitarras.
¿Cuantas entrevistas habrá dado en estos cuarenta años?
Muchas . Si hacemos una especie de calculo serán unas dos mil y pico. Odio repetirme. Hay que hablar de las sensaciones del momento para no contar siempre lo mismo.
¿Le viene a la cabeza la pregunta que nunca le hayan hecho?
No tengo cosas con débito para explicar. Solamente trato de que la música que hacemos llegue a más gente.
¿Cómo convencería a un venteañero de que fuera a su concierto de hoy a Santander?
Será un viaje de cuatro décadas, con canciones de 18 discos, dos horas de auténtico rock. No hay desdoble de personalidad. Y podrá decir que ha visto a Burning.