Polifonías muy ácidas

En el ciclo que le dedica la Filmoteca de la UC no podía faltar este filme coral, inmersivo, coreográfico en el que el azar, los episodios entrelazados acaban por transparentar un territorio común, por leve o fugaz que puede parecer. El fundamento de este entramado basado en diversos relatos breves del gran escritor Raymond Carver confluye en la ciudad de Los Ángeles. Altman golpea en el centro de gravedad de una sociedad donde quienes la habitan pueden cruzarse literalmente sin verse. El latido capitalista, la insolidaridad y el egoísmo constituyen el magma de esta mirada sobre el mundo contemporáneo con implacable amargura pese a su aparente juego. 'Short Cuts', aunque es una interpretación libre de la escritura de Carver, del escepticismo al vacío existencial, del desengaño al desencanto, se muestra casi cínico y frío incluso cuando el nihilismo del escritor es adoptado por Altman como coartada para retratar la inmediatez amoral que parece crecer dentro de esta ronda de personajes.

Son más de una veintena de personajes, nueve cuentos y un poema los que sirven de referencia y atmósfera del filme en el que la muerte o la infidelidad se mezclan con estados emocionales de violencia, terror, desamor, romance y humor. Su collage está magníficamente expresado por intérpretes como Julianne Moore o Jack Lemmon, Tim Robbins o el músico Tom Waits. 'Vidas cruzadas' es minimalismo, juego cargado de incendios interiores y polifonías. El cineasta de 'El juego de Hollywood' opta por subrayar la estructura para tender un puente entre la escritura de Carver y su fluidez de ritmo y miradas con el fin de componer con prodigioso equilibrio una zona anticonfort entre 'Grand Canyon' de Kasdan y 'Magnolia' de Paul Thomas Anderson. Una de esas visiones ácidas de rutinas y ruinas cotidianas sobre un puzle social exento de empatía.