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Michael Fassbender, en 'Steve Jobs'.
Fassbender, Jobs y una forma de intensidad

Fassbender, Jobs y una forma de intensidad

Al actor, nacido en Alemania, criado en Irlanda y afincado en el Reino Unido, le van los papeles rotundos donde equilibra potencia y contención

Angélica Tanarro

Viernes, 19 de febrero 2016, 11:01

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Probablemente, a la segunda no irá la vencida y Michael Fassbender tendrá que esperar otra ocasión para llevarse a casa su primer Oscar.  Y no porque su interpretación de Steve Jobs en el biopic sobre el gurú de la tecnología digital no lo merezca. Baqueteado en personajes de cierta dureza, su mirada azul y su mandíbula prominente le iban como anillo al dedo, parecidos físicos aparte, a la fría tonalidad que puso a su filme el director Danny Boyle. La capacidad de Fassbender como intérprete, que se emplea a fondo en esta desmitificación del famoso empresario, queda por encima del interés general de un filme cuya escasa repercusión en taquilla (hablando en términos de taquilla norteamericana, se entiende) parecía un jarro de agua fría anunciado. Pero el hecho cierto es que este año, si todas las quinielas y los premios que van abriendo paso a los Oscar se cumplen, parece que será por fin el de Leonardo DiCaprio y su 'El renacido', lo cual tiene algo de simbólico.

Fassbender no dejará de encajar con deportividad, llegado el caso, esta decepción como ocurriera con su primera nominación al premio, que obtuvo por su papel de malvado esclavista en '12 años años de esclavitud'. Es su carácter.

A la tercera quizá sea el turno de este actor nacido en Alemania, criado en Irlanda y afincado en el Reino Unido, país donde su oficio se toma muy en serio. De ahí su ductilidad, y el que no le haga ascos a ningún papel. Pero, quizá por su físico, se ha especializado en roles de tipos más bien duros, desde su primer protagonista a las órdenes de Steve McQueen en 'Hunger'. A Fassbender le van, véase su Macbeth, esos papeles rotundos donde equilibra potencia y contención. Pero Shakespeare no le impide alternar con esos otros filmes donde la taquilla es la meta, sea interpretando a Magneto de la saga X-Men, participando en la producción de un videojuego, o protagonizando comentados desnudos frontales en 'Shame', de nuevo a las órdenes de McQueen. Así, en su fulgurante carrera figuran directores de tan variopinta trayectoria como Quentin Tarantino, David Cronenberg, François Ozon o Ridley Scott.

Puede que todos ellos le busquen por la intensidad con la que aborda cada proyecto. No sabe trabajar de otra manera, según él mismo ha confesado. Su agenda está repleta hasta 2017. Y su hiperactividad solo puede ser comparada con su fama de seductor. La lista de sus presuntas conquistas es tan extensa como su reputación en este campo. Y, eso sí, consciente de dónde se la juega un actor, de vez en cuando se da un paseo por las tablas. Al fin, el oficio es más fuerte que la vitola de estrella mimada por Hollywood. Que también.

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