'Puntos con Sara', historia de un encuentro

La destacada y conocida experiencia educativa que se desarrolla en el Centro de de Atención, Rehabilitación y Educación Especial La Escuela, de Argomilla de Cayón, ha contado ya con colaboraciones con otros artistas en individuales y colectivas de la comunidad, además de trasladar sus Puntos expositivos a otros espacios del país. Desde sus inicios el equipo apuesta por las experiencias plásticas y, entre ellas, sobre todo, por El Punto un círculo de cartón que cada alumno pinta y que después se integra en una obra colectiva.

Collages, instalaciones y un vídeo integran la muestra planteada como la historia de un encuentro y la materialización de un sueño colectivo. Las propuestas artísticas de ELE suelen ser ejercicios de abstracción. «Con círculos y témperas recrean paisajes oníricos. Sus coloridos Puntos de cartón «cuelgan, se cruzan, trazan líneas o dan vueltas en múltiples espacios. Tras el asombro llegamos a la revelación».

En el caso de Sara Huete se reencuentra aquí con el material que marcó sus inicios. Traslada los Puntos a su propio universo, y los pone a decantar. De este modo «la alquimia de los collages de Huete y los sueños circulares de ELE se transforman en instantánea, en fábula, en sentimiento. Los Puntos acaban engranando historias de peces, de máquinas voladoras...o de amores locos».

Frescura, relatos implícitos, juego y diversión, plasticidad centran este diálogo que ocupa la mediateca del UP. En plena colaboración, colectivo y artista, ELE y Sara Huete, destacan que «estaban destinados a encontrarse».

La experiencia educativa que se viene llevando a cabo desde hace más de 25 años en el citado Centro La Escuelade Argomilla de Cayón, con Antonio Santiago al frente, propuso a Huete abordar una colaboración que se ha gestado desde la complicidad y el lenguaje. Desde sus inicios ELE considera esencial abordar experiencias plásticas para estimular el potencial creativo de cada uno y, tras trabajar con distintos materiales, abanderó su apuesta por el cartón y el papel en sus infinitas variedades. Junto al cartón se adoptó el círculo, llamado punto, como único modelo para formalizar la expresión plástica, sin olvidar la témpera, que aporta el color y la diversión. Cada integrante de ELE aporta, en la medida de sus posibilidades, el trabajo y la ilusión para crecer.

La Escuela aplica así una pedagogía donde autoestima, respeto, imaginación y trabajo en equipo, se traduce en integración. Arte y capacidad.

ELE ha mostrado su creatividad en numerosos espacios de la comunidad -desde el propio Casyc al Castillo de Argüeso o el antiguo Festival Artesles-, pero también en Salamanca, Barcelona, Galicia...

Las 'historias recortadas' constituyeron la última gran muestra de Sara Huete destinada hace dos años a la Torre de Don Borja de Santillana del Mar. Los collages y la iconografía plástica inconfundible de la santanderina se tradujeron en una narración que marca su identidad: «Recortar papeles, rescatar pequeños objetos, fruslerías, de una muerte segura». No obstante, colectivas como 'Jardín imperfecto' en Náutica, La Central, la Biblioteca, la Fundación Bruno Alonso o los escaparates de Arte peatonal han acogido sus creaciones en este periodo. La yuxtaposición de materiales dan una nueva reorientación al significado de sus imágenes.

Desde los ochenta la santanderina traza un mapa y reinventa una geografía de cosas y lugares. Mezcla objetos y tiempos para reinaugurar el mundo. En los últimos años Sara Huete ha gozado de una gran proyección nacional con muestras en Madrid, Zaragoza y Barcelona, en las que reunió sus guiños, querencias, afinidades y recreaciones de la obra de Joan Brossa. Durante sus muestras individuales, proyectos colectivos y presencia en ferias (Madrid, Sevilla, Lisboa, Barcelona, Turín y Frankfurt....), ha mostrado su contundencia poética a través de reconstrucciones, rescates, objetos revitalizados, afán de vocabulario, disciplina destinada a la emoción. Javier Pérez Iglesias ha definido sus piezas como «píldoras de belleza y pensamiento que le deben tanto a lo visual como a lo escrito. Una creadora que cocina sus obras al calor de las bibliotecas». No hay que olvidar además la gran labor desarrollada por Huete en este periodo al frente del Centro Cultural Madrazo.