«A veces los cantantes de ópera tenemos complejo de superioridad»
El contratenor Philippe Jaroussky ofrecerá un concierto el jueves en el Palacio de Festivales con piezas de Cavalli y Monteverdi
César Coca
Lunes, 8 de abril 2019, 07:23
Philippe Jaroussky, el contratenor más célebre del momento, continúa su particular cruzada: intentar que lleguen al gran público las obras de compositores que, por ... circunstancias diversas, son menos programados y conocidos. Este jueves ofrecerá un concierto en el Palacio de Festivales con obras de Cavalli que acaba de grabar con su grupo, Artaserse ('Ombra mai fu', sello Erato). Será una de las tres actuaciones de una minigira por España que comenzó en Oviedo, pasó por Bilbao y concluirá en Santander. Sobre el compositor italiano, sus proyectos y su visión de la interpretación habla el cantante francés en esta entrevista.
– ¿Por qué Cavalli?
– Es un compositor que abordé muy joven, cuando estaba empezando. Él y Monteverdi fueron los primeros. En aquellos años hice muchos títulos de Cavalli en concierto. Su producción es la mayor de la ópera veneciana: se conservan 37 títulos, frente a solo tres de Monteverdi, de quien se ha perdido casi todo. Cavalli es fantástico. Me habría dado para dos o tres discos con sus arias.
– Habla de sus inicios con Cavalli y Monteverdi. Eran muy distintos.
– Es que Cavalli escribe para la aristocracia, pero como en aquellos años se abren los primeros teatros en Venecia, hace también música para el pueblo llano. Sus obras no parecen óperas con el concepto actual;algunas suenan a música popular. Y eso es lo que quería descubrir al público:la variedad de su obra. Lo planteo incluso en el diseño del disco, con una cara con el humor del carnaval y otra más oscura, porque en Venecia además había epidemias y dolor.
«Las arias de Cavalli suenan más a música popular que a ópera en el sentido tradicional»
– ¿Cómo define su música?
– Fue alumno de Monteverdi, pero su obra parece mucho más ligera. Es como Vivaldi, creo que ambos representan muy bien el espíritu veneciano. Hay una fuerza significativa en su música, una capacidad para pintar muchos sentimientos con pocas notas. Hemos tenido que reorquestar estas piezas, encontrar el color exacto de cada una, y ha sido un gran placer hacerlo. E interpretarlo también. Se notaba en las caras de los músicos.
– Cavalli tenía que ganarse al público. ¿Tiene eso traslación a los escenarios de hoy, en los que los artistas deben luchar a brazo partido por atraer espectadores?
– Cierto. Hay mucha gente que dice que no le gusta la ópera porque tienen el cliche de 'La Traviata' o 'Carmen'. Cuando escucho a alguien eso siempre le propongo que escuche obras de otras épocas. Pero hay más: se puede escuchar en vivo diez veces 'Don Giovanni', pero si es con distintos cantantes y distinta producción, serán diez espectáculos diferentes.
– ¿Se defiende mejor a un compositor grabando arias sueltas como en este caso o una ópera completa?
– No estoy en contra de grabar una ópera completa, pero en el caso de Cavalli hay muchos recitativos y diálogos que quedan bien en el escenario pero en disco... Ahora se están haciendo bastantes producciones de sus óperas por la modernidad de los libretos. Con este disco y el concierto, quiero atraer al público hacia su obra. Es como un menú degustación.
– Ahora que en las plataformas digitales se adquieren las piezas sueltas (incluso un solo movimiento de una sinfonía), ¿este disco está concebido de esa manera?
– No. Lo he pensado como un camino y creo que si alguien escucha solo un aria no lo va a entender bien. Lo he trabajado mucho, he planificado con detenimiento el orden de las piezas, por eso es importante escucharlo en el orden del álbum. Pero es cierto lo que dice. Todo va muy rápido hoy, se escuchan cinco minutos de un disco y se sigue más tarde, incluso días después. Eso hace que se entienda peor la obra.
«Ahora todo va muy rápido; se escuchan cinco minutos de un disco y se sigue días más tarde»
– Ha contado otras veces que siempre está buscando nuevos repertorios. ¿Tiene ayuda en eso?
– Siempre he sentido mucha curiosidad. Cuando empecé, tenía una voz para la que no era fácil encontrar papeles. Luego eso ya cambió pero me había acostumbrado a buscar. Mire, ayer, en el hotel, me puse a localizar partituras –ahora es muy fácil con internet– para mi nuevo disco.
– ¿Un intérprete ahora tiene algo de musicólogo?
– Sin duda. Y a veces sucede que buscas algo y encuentras otra cosa que te interesa más. Es como hallar un tesoro de forma inesperada. En el fondo, todo resulta un juego.
– ¿Es esa faceta de musicólogo la que le permite decir que es probable que Haendel conociera el 'Xerse' de Cavalli cuando escribió su propia obra?
– Es difícil saber la verdad. Conocemos con certeza que Haendel usó gran parte del libreto de la obra de Cavalli. Hay una versión francesa de 'Xerse' e incluso en aquella época París y Londres no estaban tan lejos como para pensar que Haendel no tuvo noticias del éxito de esa obra.
– ¿Le siguen interesando obras alejadas de la lírica?
– Sí. Cuando empecé era más integrista con la clásica. Hoy pienso que hay música bonita en todas partes. Mi voz no se adapta bien al jazz, pero canto canciones populares. A veces, los cantantes de ópera tenemos un complejo de superioridad. Nos creemos atletas de la voz. Yla realidad es que hay cantantes de ópera que no entonan bien y cantantes pop que sí lo hacen.
– ¿A quiénes escucha con mayor placer?
– Llevo una temporada escuchando mucho a Ella Fitzgerald y Nina Simone... Y canción francesa.
– ¿Habrá un álbum de 'chanson'?
– De momento, ya tengo un proyecto para el año próximo:grabar 'lieder' de Schubert. Será una aventura con una música preciosa, genial. ¿Chanson? Quizá en tres o cuatro años.
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