Aarón González: «Quería esa medalla colgada en mi pecho»
El camargués, tras quedar quinto en la Copa de Europa de este deporte en Bosnia, sueña ahora con ser olímpico
Nadie sabe lo que le ha costado a Aarón González García llegar hasta donde lo ha hecho. Este camargués tiene 22 años, es estudiante de ... tercer curso de Enfermería en Madrid y judoca profesional. El pasado mes de mayo cumplió uno de sus sueños, como es quedar en quinta posición en la Copa de Europa de judo que se celebró en Sarajevo (Bosnia). Ahora, Aarón tiene la vista puesta en las olimpiadas de Los Ángeles y entrena duro para ello, pero necesita patrocinio para todo lo que se le avecina.
Aunque él no lo sabía, su carrera como judoca empezó «cuando tenía cuatro años», en un gimnasio santanderino llamado Judo Club Muñiz. De ahí llegaron los cinturones uno tras otro y, después, comenzó ganando campeonatos regionales, nacionales... Y es que Aarón se ha colgado muchas medallas, la primera, la del esfuerzo y dedicación a un deporte de estrategia y disciplina en el que es complicado subir sin un patrocinio. En su palmarés cuenta además con la tercera posición en el Campeonato de España sub 21 y ese mismo año se hizo con el título de campeón del ránking nacional.
Por ello, el quinto puesto europeo le ha sabido a gloria, porque «es romper el hielo a nivel internacional», dice orgulloso. Esa subida hacia los cielos del judo le supone un mayor esfuerzo, porque Aarón quiere ser olímpico en Los Ángeles.
Por ello, se trasladó a Madrid a estudiar Enfermería, porque sabía que allí estaban los mejores para entrenarle: el Club Dojoquino. Con ellos ha conseguido meter la cabeza en la meta deportiva que se propone, pero los medios económicos los pone él. «Después de estudiar, trabajo dando clases para poder viajar a los campeonatos», afirma. Y es que cada fin de semana que se traslada, los desplazamientos y las estancias le salen caros. «Me gasto entre 4.000 y 5.000 euros al año», calcula.
Es por ello, en su camino hacia lo más alto en esta disciplina olímpica, que el joven camargués está buscando apoyos que lo ayuden a despuntar. «Tengo ya bastante alcance en las redes sociales e intento conseguir patrocinio, pero es complicado», reconoce.
Compara su situación y sus logros con los de otros países europeos con los que compite, donde el judo es casi una religión y los deportistas y sus federaciones van a gastos pagados a representar a su país. «En Cantabria y España no hay esas ayudas y es injusto porque cuando la cosa sale bien..., todos se ponen las medallas», resume.
En 2028, «el foco» lo tiene puesto en las olimpiadas y, por ello, pide a organizaciones, empresas e instituciones que le ayuden en esa carrera de fondo. Y es que quedar el quinto en la Copa de Europa es ya «escalar puntos» hacia ese camino.
Cuando consiguió ese gran resultado a en Bosnia, Aaron escribió en sus redes: «Quería esta medalla colgada en mi pecho, sentía que la merecía como nadie». En ese momento se acordó del niño que algún día soñaba con medirse con los mejores del ránking mundial y ya lo ha hecho. «Bosnia ha sido un país especial; sólo me queda agradecer a mis compañeros y a mi club por seguir remando todos juntos hacia el mismo lado», afirmó. Ahora, lo que le hace falta es un empujón hacia su proyecto olímpico.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.