Los bolos regresan a 1920
Dieciséis partidas de trece municipios participan en un torneo organizado por la Fundación Bolos Cantabria
Los bolos van a volver por unos días a 1920. Aunque el deporte debería estar adaptándose al siglo XXI en lugar de retrotraerse a ... los inicios del XX, la conmemoración merece la pena. Y es que el pasado año se cumplieron 100 años del primer reglamento de la Federación Montañesa de bolos, motivo por el cual la Fundación de bolos Cantabria ha querido organizar un torneo a la antigua usanza e inspirado en esa normativa que fue el embrión de la que reina hoy en día en las boleras.
Hasta dieciséis partidas de cuatro jugadores se han inscrito en una competición en la que cada una representa a su municipio. Los encargados de abrir fuego en la Severino Prieto fueron los bolistas de Camargo, un equipo formado por Rubén Haya, Sebi Iturbe y Héctor y Jesús Salmón. Un cuarteto potente que en la tirada realizada ayer en el corro ´se lograron 215 bolos: 57 de Haya, 51 de Jesús Salmón, 55 de Sebi Iturbe y 52 de Héctor Salmón. Y es que los bolos pesan más.
Y es que, aunque no demasiado, el reglamento bolístico ha evolucionado desde el aprobado en asamblea el 13 de mayo de 1920. Los cuatro jugadores tiraron, repartidos en parejas, seis manos: dos de dieciséis con raya alta, dos de dieciocho y dos de veinte, en ambos casos con raya alta y con dos bolas cada uno. Hasta aquí, todo normal. Las diferencias comienzan al tener cada bolista que birlar sus propias bolas, motivo por el cual todas son marcadas y apartadas. La madera derribada es contada además individualmente, toda vez que los cuatro mejores registros disputarán el sábado 16 de octubre una fase final en solitario en la que los jugadores lanzarán cuatro bolas y que se jugará a seis manos las semifinales y a doce la gran final. Por equipos no habrá epílogo.
En total se han inscrito dieciséis partidas representantes de trece municipios, ya que Torrelavega, Los Corrales y Piélagos presentan dos cada uno. Las tiradas finalizarán el miércoles 29 con los lanzamientos de los de la capital de la cuadrilla de Reocín, fecha en la que se sabrá qué pueblo sale triunfador. Además, estarán en la pelea Valdáliga, Astillero, Santander, Penagos, Cabezón de la Sal, Riotuerto, Mazcuerras y Hazas de Cesto. Para ganar los jugadores tendrán que lidiar con bolos más pesados, de entre 750 y 800 gramos, con que el bolo del medio valga uno también cuando es derribado en solitario, con una raya alta 50 centímetros más arriba que la actual, con un emboque más escondido en las manos de tiro corto y con que no hay ningún tipo de estacazo válido. Por el contrario, el fleje está situado 25 centímetros más atrás de la caja que ahora, podrán 'segar' la bola y, sobre todo, podrán mover el pie veinte centímetros tanto de tiro como de birle, una ventaja que, en el caso de aprovechar demasiado no conlleva la anulación de la bola, simplemente los bolos no se contabilizarán. Un castigo que quizá haya que recuperar en la actualidad.
Una iniciativa loable que que tiene que ser el primer paso para que los bolos, en lugar de retroceder en el tiempo, avancen conforme a los tiempos actuales. Un juego más dinámico, sin tantos tiempos muertos y que atraiga a las nuevas generaciones. Por algo hay que empezar.
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