Bueno también triunfa al KO y se lleva el Laboratorios VIR

Apenas habían pasado doce horas desde el éxtasis del Campeonato de España cuando las jugadoras volvían a la arena de la Mateo Grijuela. El torneo y la tensión eran diferentes, pero ninguna quería fallar en un concurso en el que, hasta ahora, habían inscrito su nombre Cristina Cabielles, Marta Castillo e Iris Cagigas.

La primera criba, la de los octavos de final matutinos, ya dejó alguna víctima ilustre por el camino. En el estreno cayó Andrea Gómez, que se encontró con que Miriam Ortiz embocó en la última mano para avanzar a cuartos de final. Con buenos registros avanzaron Laura Abascal, Miriam Velarde, Marta Castillo y la flamante Campeona de España, Judit Bueno, que tuvo que emplearse a fondo para imponerse a Blanca Gandarillas, Laura Saiz e Iris Cagigas.

El torneo entraba en su ascensión final a la cumbre en los cuartos de final. Abrieron la tarde Miriam Ortiz y Laura Abascal, un partido que se fue a tierra cañoneras después de que la de Campoo perdiera dos bolas en la caldera. De la primera se recuperó, pero de la segunda, que se vio frenada por el culo del bolo, no pudo salir.

Marta Castillo siguió el camino trazado en el Nacional para eliminar a Miriam Velarde, mientras que la que tuvo que sufrir fue la campeona unas horas antes, Judit Bueno, que vio como Rebeca Bustara derribaba seis palos con la última del concurso para igualar la contienda. Eso sí, en el desempate la de Cabezón no dio opción a la sorpresa. Completó las semifinales Iris Cagigas, que seguía a lo suyo y no dio opción a Laura Saiz.

Los cara a cara de la penúltima fase estaban servidas, las cuatro favoritas se iban a ver frente a frente con la posibilidad de que se repitiera la final del Campeonato de España. El primer paso para ello lo dio Marta Castillo, que dejó fuera a Laura Abascal. La corraliega había tenido fortuna en cuartos al esquivar la caldera por centímetros, pero en la segunda mano de su siguiente duelo cogió mucha madera y tuvo que lidiar con una bola menos. Lo mismo le ocurrió a su rival, que marró en su mejor faceta, el juego a la mano. Tras llegar igualadas a raya alto la de Campoo puso tierra de por medio en las dos primeras manos de tiro largo para sentenciar su pase a la final. Su rival iba a ser, como no, Judit Bueno. 24 horas después la historia se repetía después de que la de Cabezón dejase fuera a Iris Cagigas al derribar 158 palos. La de Cubas jugó bien, muy bien, pero se encontró con una jugadora en estado de gracia y que, hasta ese momento, parecía imbatible.

Ya en la mano se repitió la historia del domingo y Castillo perdió una bola en la primera mano y otra en la segunda. Bueno perdonó la primera, pero en la segunda tirada, con un último birle de cinco, se fue diez bolos por encima. El cansancio acumulado hizo mella en ambas y la desventaja lastró sobremanera a la corraliega, que a raya alta ya tenía una desventaja de diecisiete palos. Pese a la diferencia Marta no se rindió y siguió machacando la madera antes de jugarse los últimos lanzamientos a emboque. No lo logró. Judit Bueno volvía a ganar.