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Un Campeonato Regional de Óscar
El Junco de Liérganes gana su octavo título de Cantabria al superar a Víctor González por un solo bolo y tras la mejor final de la historia
BORJA CAVIA
Domingo, 18 de julio 2021, 07:23
No había alfombra roja, pero no hacía falta. Óscar González se llevó ayer todos los fotogramas, las estatuillas y los focos después de ganar ... su octavo Campeonato Regional de Primera en una final que perdurará a lo largo de la historia. El Junco superó polémicas, bolas quedas y lo bordó en la gran final para derrotar a Víctor González, que pierde la hegemonía lograda en el torneo en los tres últimos años. Los dos bolistas se convirtieron, por derecho propio, en los protagonistas de la mejor final de la historia de un campeonato superando la del Nacional de 2006 que el propio Óscar le había ganado a Salmón.
La resolución final fue el remate de un cara a cara que comenzó mucho antes, en los cuartos de final. El título cántabro se iba a decidir en tres concursos, 24 manos y 144 bolas, que, nada más comenzar su primer concurso se convirtieron para Víctor en 143 tras dejar una con cuatro bolos en la caldera. El Junco también dejó una queda antes de estirarse de atrás, templar sus lanzamientos y recortar la ventaja que había acumulado su rival en las manos anteriores. La ronda acabó con polémica, después de que Óscar acusara al colegiado de moverse cuando iba a tirar y de que este le recordara que él es el encargado de marcar las bolas. Un revuelo en la grada que no enturbió el gran concurso de ambos. Un total de 145 para El Junco y 144 para el de Peñacastillo, que vivió más altibajos durante las ocho manos, y tres arriba en el global para el de Andros.
Antes del segundo asalto entre los favoritos fue el turno del 'entremés', una semifinal en la que Salmón dejó su mejor concurso del campeonato. El de Peñacastillo recordó al de su mejor época y al que estuvo a un paso de ganar el título hace once meses, arrollador de tiro y birle para, con 146, inquietar el pase a la final de Víctor y Óscar. Junto a él, Carlos García finalizó cuarto con 126 bolos.
Ambos jugadores derribaron en la tarde de ayer el mismo número de bolos
IGUALDAD
Jesús Salmón, con un gran concurso de semifinales, y Carlos García escoltaron a los finalistas en el cajón
PODIO
Pese a perder una bola en la caldera, el campeón se exhibió en la final con 155 palos
REGISTRO
Superada la polémica anterior saltaron de nuevo al albero Víctor y Óscar. El de Peñacastillo por delante, El Junco por detrás y un marcaje entre ambos que derivó en un espectáculo total. Ambos perdieron una queda en la caldera y al de Liérganes se le fueron dos bolas entre uno y dos que le obligaron a birlar más de la cuenta desde el tablón. La partida cambió de tiro largo, tras llegar Óscar seis por encima a raya alta, cuando el de Astillero se templó de tiro y logró irse hasta los 85 desde los dieciocho. 151 a 145 y Víctor que tomaba el mando antes de las últimas ocho tiradas.
Con empate técnico (cuatro bolos a favor de Víctor), comenzaba la gran final. A diferencia del resto de la tarde marcaba el camino El Junco, que lo abrió con 21 palos. Su rival respondió con 23. En la segunda mano la caldera volvió a perturbar el devenir del concurso. Tras subir ocho Óscar dejó su tercera bola con cuatro bolos, pese a lo que derribó dieciocho. La final podía estar por encima de los 160 palos. El de Andros supo sacar ventaja de ir delante en el concurso e impuso un ritmo infernal que le hizo llegar a raya alta con 87 después de derribar 48 al pulgar. Enfrente, mientras tanto, el vigente campeón solo podía resistir para llegar de tiro largo con opciones de repetir título.
Con el público volcado con Óscar, que jugaba al lado de casa, comenzó el epílogo, cuatro manos en las que la hegemonía regional estaba en juego. Víctor arrancó mejor de atrás, pero falló en la sexta para quedarse a seis palos del de Liérganes. El pulgar iba a decidir la mejor final de la historia. En la séptima el de Peñacastillo recortó distancias y a la última se llegó con un solo bolo de diferencia, un trozo de madera de apenas medio metro que iba a ser decisivo.
Óscar cerró la primera y rectificó con las dos siguientes para subir siete, birlar doce y mandar a su rival a 21 a ganar. Víctor 'espatarró' la primera con cuatro, dejó la segunda con un bolo al lado de la caja y envió la tercera a media bolera con otro palo. La suma era fácil, a cinco por bola para imponerse. Seis con la primera, cuatro con la segunda...y tres con la tercera. El Junco era Campeón Regional por un bolo de diferencia. El astillerense apostó por ir a por todas y buscar afuera una bola forzada al pulgar. Tenía que hacerlo si quería ganar, el lanzamiento se le fue derecho y solo derribó los tres de afuera.
Octavo título para Óscar, que no ganaba desde que lo hiciera en Reinosa en 2017, primero con la camiseta de Andros y segundo gran torneo consecutivo tras el Campeonato de España de hace once meses en Torrelavega.
Cuartos de final
Antes de llegar al momento decisivo, la tarde arrancó con las tiradas de los bolistas que tenían su objetivo particular más allá de quedar lo más arriba posible. Arrimarse al podio daba la opción de entrar en el Botín, en el Banco Santander y en varios torneos de invitación de la próxima campaña, un atractivo al que hay que sumar el aumento de ingresos que conllevan esas citas.
A por ello salieron Pablo Lavín y Alfonso Díaz. El de Bostronizo se coló entre los ocho mejores tras el fallo de Lavid en Orejo, mientras que el de Casa Sampedro brilló en La Encina para compensar su irregular tirada en El Ferial. Eficaz desde el tiro y fallón desde el birle, el de Andros no tuvo su tarde y se quedó en 112, una cifra que su compañero de tirada ya acumulaba en siete manos. Díaz volvió a demostrar experiencia, cabeza y estado de forma para llegar a los 131 tras quemar alguna bola en busca del cachi. Un buen registro, pero insuficiente para apretar al resto de la parrilla final.
Sin agobios por la retaguardia, la caldera cortó la progresión de los dos contendientes del segundo cuarto de final. Jesús Salmón llevaba 61 tras las tres primeras manos cuando una, su última bola a raya alta, agarró mucha madera y se frenó cerca de la caja. Pese a ello, el camargués quería apretar a sus predecesores en la clasificación y con una eficacia arrolladora en el birle se plantó en 135 palos. También perdió una bola de raya Carlos Gandarillas, que al contrario que su compañero de bolera tuvo su principal sostén en el tiro. Una que se le coló entre uno y dos y dos pitonazos acabaron por mermar un concurso de 128 que solo le iba a valer para ser sexto.
Más allá de la pelea por el campeonato, el primer duelo particular de la jornada, antes de que se midiesen Víctor y Óscar, lo mantuvieron dos compañeros de parejas. A medida que avanzaba su concurso Carlos García y Pedro Gutiérrez tenían claro que entre ellos iba a estar la cuarta plaza en semifinales, un lugar que se decantó para el zurdo por un solo palo de margen. El de Andros obligó al corraliego a veinte bolos en la octava mano, Pedro subió seis, birlo cinco con la primera y cuatro con las dos siguientes. Alguno más toco, pero la fortuna no cayó de su lado.
El Regional ha perdido fuerza a nivel de público, pero mantiene un atractivo especial que atrajo hasta La Encina a unos 400 espectadores. La situación sanitaria, la mejor jornada de sol del verano cántabro y la valiosa oportunidad de seguir el torneo por televisión, echaron el freno a una concurrencia que hace años que no llena los graderíos para presenciar una competición que necesita reverdecer viejos laureles. Pese a ello, en las gradas no fallaron los habituales. La fiel infantería que se desplaza de un corro a otro y que se escapó de las playas para dar un buen ambiente al campeonato y ver una de las mejores finales de la historia. O la mejor, al menos a nivel de registros. De seguir así la progresión, su reinado durara poco. De momento, una final para guardar en la retina.
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