«Llegué a sopesar la retirada, a pensar que para estar así era mejor dejarlo»
Tras casi 30 años al máximo nivel, la leyenda camarguesa afronta una nueva etapa en Maliaño con objetivos diferentes a los anteriores
Los que tienen una edad y solo siguen los bolos de manera esporádica lo preguntan. ¿Sigue ganando Salmón? Y la respuesta, claro, siempre es la ... misma. Sí, Jesús Salmón (Camargo, 1 de diciembre de 1974), sigue al pie del cañón. Tras ganar su tercera Liga consecutiva con Peñacastillo, el bolista regresa en 2022 a su municipio, a Camargo.
-Finaliza la temporada de la vuelta a la normalidad. ¿Se ha hecho dura?
-Sí, el año pasado fue extraño y acabó muy tarde. En 2021 empezamos muy pronto y a mí me ha pesado, pero ha estado bien.
-¿Qué balance hace de la campaña recién finalizada?
-Empezó complicado por el covid y demás, pero sabiendo las dificultades que hay hemos podido hacer una temporada muy buena a nivel colectivo y a nivel individual creo que he dado muy buena imagen y he hecho muy buenas medias, aunque tampoco han valido para nada. Casi es mejor quedar arriba en alguno y en los otros no aparecer, que quedar tercero en los dos. Me pongo un siete de nota sabiendo que hay mucho nivel.
-Al poco de empezar la Liga anuncia su decisión de no renovar por Peñacastillo. ¿Cuánto tuvo que ver en ella la oferta de la entidad y cuánto los problemas derivados del coronavirus?
-Creo que eso es mejor no comentarlo, las circunstancias estaban sobre la mesa y yo creo que tomé la mejor decisión para mí, igual no es compartida por nadie pero es lo que asumía correcto. El momento igual no fue el mejor, pero fue el que fue. Hay que cerrar esa puerta con dignidad y con un recuerdo muy grato y abrir una nueva y a ver si la puedo escribir con buenas letras.
-Hay quien decía que cuando decidió no renovar ya había hablado con Camargo...
-Creo que echar la vista atrás para sacar la punta al lápiz no procede, las cosas han discurrido de una manera y he tenido que tomar decisiones, al igual que antes que yo las tomaron Nel González o Gerardo Castanedo, en ese tema no quiero entrar. Yo juego, trato de tomar decisiones que sean buenas para mí y de un tema como ese que puede dar que hablar mejor no darle vueltas ya que no tiene marcha atrás.
-¿Llegó a considerar la retirada de las boleras?
-Llegué a pensarlo antes, cuando me encontraba tan mal. Era la primera que físicamente no me encontraba bien, veía que las bolas no las controlaba y, en ese caso, no me gusta verme, por todos los años que llevo compitiendo. En un momento dado llegué a sopesar que para jugar así, mejor dejarlo. Luego todo cambió, la enfermedad al principio no me afectó, a los dos meses no me podía ni mover y luego lo superé.
-¿Ha sido la Liga más difícil de ganar para Peñacastillo?
-La primera fue muy complicada, teníamos un exceso de presión motivada porque el año anterior Peñacastillo había quedado campeón. Nos lo pusieron muy difícil y realmente conjuntar un equipo seminuevo y lograr que fluya es muy difícil. Sí que es cierto que una vez que eso ocurrió, fuimos capaces de ganarlo todo. Esta hemos jugado hasta mitad de Liga regular tirando a mal, aunque al final hemos ganado nueve de los últimos diez partidos. Al final todas tienen su cosa.
-¿La clave del triunfo fue el duelo ante Andros jugado en la Mateo Grijuela?
-Fue importante, pero hubo otros en los que los contrarios nos los pudieron muy difícil y supimos hacer las cosas bien y ganar los partidos. Ese fue el que lo remató, era fundamental ganar de cara a la diferencia de chicos.
-Si tuviera que elegir un momento de sus tres temporadas en Peñacastillo, ¿con cuál se quedaría?
-Han sido muchos momentos buenos. La partida se construyó para ganarlo todo, pero luego había que unir las piezas para que eso saliese con matrícula de honor, como ha salido. Es muy difícil escoger entre tantos títulos, aunque para mí las tres Ligas son muy importantes. A mí como más me gusta jugar es en partida, es como más disfruto y también es donde más nervios paso.
-En enero cambia de colores. ¿Volver a casa, a Maliaño, siempre es especial?
-Ya he estado dos veces y siempre han sido estancias gratas, siempre se han tenido resultados muy buenos, aunque eran otros tiempos. Tengo ilusión por hacer las cosas bien y por intentar disfrutar de nuestro deporte. Llevo muchos años jugando a primer nivel, siempre con obligaciones y autoexigiéndome al máximo. Intentaré hacerlo, pero sin que el motor se gripe, creo que de esa manera podrá ayudar más.
-La exigencia en Camargo siempre está ahí, el recuerdo de Roper no desaparece.
-En mi caso hace muchos años que la exigencia me la marco yo, mi nivel de exigencia es muy alto y creo que me está perjudicando, me estoy pidiendo a mí mismo más de lo que debo. Esto no es un punto y final, es un punto y seguido en mi situación bolística y lo que intento es quitarme algo de presión y disfrutar. Si no lo hago, me puedo arrepentir más tarde.
-Según Gerardo Castanedo usted estará en Maliaño mientras quiera, hasta que se retire. ¿Cuántas temporadas quedan para eso?
-De momento el año que viene, para qué voy a decir una cosa u otra, no sería justo por mi parte. No sería justo por mi parte decir que voy a estar hasta que tenga cachava, no procede. Es mejor ir día a día, a lo mejor las cosas no funcionan y el propio Gerardo decide otra cosa.
-Este año ha recibido la medalla de oro de la Federación Española y el reconocimiento unánime de la afición. ¿Qué le da Jesús Salmón al público para ser tan querido?
-No lo sé, yo les trato con muchísimo respeto, creo que estas épocas son difíciles. Yo intento ser buena persona siempre y trato al aficionado con el respeto que me gusta que me traten a mí. Intento buscar la sobriedad, ser un poco yo mismo y, cuando puedo, hacerles disfrutar. También es verdad que llevo muchos años y me ven de forma diferente, casi como un abuelo que está a punto de retirarse.
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