Salmón y De Juana no envejecen
El de Peñacastillo y el de Borbolla ganan el Torneo Virgen de Latas con dos emboques decisivos del camargués en el cuarto chico
Jesús Salmón y Raúl de Juana demostraron ayer que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Con casi 100 años a sus espaldas ... los dos bolistas se llevaron el Torneo Virgen de Latas disputado en Loredo al superar en la final del torneo, con dos emboques decisivos del camargués, a Víctor González y Mario Borbolla.
En el cartel estaban este año los diez jugadores de Borbolla y de Ribamontán acompañados de dos invitados de lujo, Salmón y Víctor. Las duplas formadas tenían tintes clásicos. El capitán de Peñacastillo formaba con Raúl de Juana en lo que era la reedición de la pareja que ganó un Regional y un Nacional entre 2002 y 2005. También han compartido bolera en los circuitos Chin Velasco y Alberto Díaz y Roberto de Juana y Javi del Rivero.
Los primeros en saltar al corro fueron los 'Davices', Cecín y Gandarillas, y Chin y Alberto,. Los primeros realizaron un concurso más completo en el que, tras firmar la media, imponían el corte para los siguientes protagonistas. Los 180 palos del de Ribamontán y del de Borbolla los tenían a tiro Jonathan García y Javier Cacicedo, que apenas necesitaban dieciocho bolos para superarlos y que lo estropearon en la última tirada, en la que se quedaron en quince con una corta de cinta del de Entrambasaguas.
En ese momento todavía estaban dentro –eran segundos– pero faltaban los últimos protagonistas de la tarde. En una bolera complicada que dificultó las cosas a los bolistas, Salmón y de Juana, muy sobrios, no tuvieron problemas para colarse en la final con 194 palos, mientras que Víctor y Mario lo hicieron gracias a un emboque del primero.
En la final golpearon primero los veteranos, que se llevaron el primer parcial. De tiro corto Víctor colocó un emboque 'picón' que le sirvió para matar el logrado por Salmón de mano. Empate a uno. De nuevo en dos manos se volvieron a adelantar Salmón y De Juana, que sentenciaron en el siguiente gracias a dos emboques del camargués que voltearon los siete palos que tenían en contra tras la primera tirada.
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