«No sé qué puede suceder, pero estoy tranquilo. Confío en mi trabajo y en los jugadores»
IvánAnia reconoce que su equipo tuvo «dos caras» muy distimntasy se intenta mostrar tranquilo y confiadode cara a su futuro
Borja Cavia
Santander
Sábado, 26 de octubre 2019, 22:34
Cara A y cara B. El Racing ayer tuvo dos partes bien diferenciadas sobre el terreno de juego, algo que reconoció Iván Ania en sala ... de prensa. «Todo lo que hicimos bien en la primera parte lo hicimos mal en la segunda. En la primera teníamos el balón, éramos capaces de dar secuencias largas, teníamos juego interior, desborde por bandas, sobre todo en la derecha, y en su juego directo ganábamos los duelos y en las segundas jugadas. En la segunda fue opuesto. Realmente creo que tuvimos dos caras en el partido».
Sin embargo, tras el paso por vestuarios el equipo mutó y se convirtió a su peor versión. «Desde el primer balón ya se vio que nos ganaban el medio campo». Una superioridad en la parcela ancha que llevó al asturiano a mover sus piezas, aunque el cambio no surtió efecto. «Decido meter rápido a un centrocampista más para igualar a Mario y Sergio con Bergantiños y Peru y así todo nos siguen ganando la zona».
Una superioridad del Deportivo en la sala de máquinas que, con todo, no fue lo más negativo para el entrenador racinguista. «Lo peor que tuvimos en la segunda parte es que no fuimos capaces de juntar dos pases y en ese juego largo no ganábamos la segunda jugada».
Sin querer señalar a nadie, Ania sí aclaró uno de los motivos del brusco cambio de nivel de los jugadores. «Si hubiésemos jugado como en la primera parte, teniendo el balón, queriéndola todos, posiblemente el resultado hubiese sido otro».
«En la primera parte no éramos ni carne ni pescado»
«Ni carne ni pescado». Así de expresivo se mostró Luis César Sampedro a la hora de calificar la primera parte de su equipo. El técnico deportivista reconoció que el Racing fue mejor en la primera mitad, aunque aclaró que «con un pelín de fortuna» los suyos habrían marcado «más de un gol». Y es que los primeros 45 minutos fueron de dominio cántabro, hasta que en el paso por vestuarios el técnico realizó varias modificaciones. «No se cumplió lo que queríamos y tuvimos que retocar la partitura en el descanso». Con la salida en la segunda mitad la orquesta se entonó gracias a que los suyos saltaron al tapete «con muchas energías».
Identificado el problema, lo que no tenía el entrenador ovetense tras el duelo era una explicación a lo ocurrido. «Lo que en la primera parte era controlar el balón para dar un pase al compañero en la segunda era un despeje. Todos, no un jugador en concreto. Unas veces es por mérito del rival, pero no le encuentro explicación a que después de una primera parte tan buena hayamos salido así en la segunda».
Más allá de los problemas del Racing el técnico tampoco quiso quitar mérito al rival, que secó la producción ofensiva verdiblanca hasta el tramo final del encuentro. «Son ellos los que se echan encima, desde el primer balón. Cuando no tienes ganado el centro del campo sufres, el pase interior de su gol viene desde dentro. La única ocasión que tuvimos fue en el descuento, el tiro de Yoda y el de Buñuel que no se convirtió en oportunidad. Fue nuestra mayor presencia ofensiva».
Desbordado el equipo desde el pitido inicial de la segunda mitad, Ania intentó contrarrestar la superioridad gallega con un cambio de sistema que no funcionó, aunque no achaca a la modificación los problemas de los suyos. «No creo que los cambios o el cambio de sistema fuera la causa. En la primera parte dominas y tienes el balón y en la segunda, hasta el minuto 56, tenemos el mismo esquema. Es un tema de que estás a merced del rival, te someten y te hacen sufrir».
Por momentos y fases del encuentro, y debido a que los jugadores del Racing llegaban tarde a los cruces y rechaces parecía que a los jugadores les faltaba algo de intensidad, aunque el técnico se encargo de dejar claro que los problemas fueron otros. «No creo que fue intensidad, es que en la segunda parte fueron mejores. Siempre tenían uno libre en el centro del campo y nos fue imposible solucionarlo, ni cambiando el sistema ni metiendo otro perfil de jugador».
Para colmo de males y quizá cuando más falta hacía dado el desarrollo del partido llegó la conmoción de Iñaki Olaortua, que tras un choque tuvo que abandonar el terreno de juego mareado, lo que trastocó los planes del míster. «Nos faltó un cambio. Al final del partido Cejudo ya no volvía, Yoda tampoco, nos faltó una sustitución y evidentemente lo notamos. Era un cambio que nos podía dar trabajo de ida y vuelta».
La situación obligó a que Yoda se colocará en punta de ataque, debido a que «quería dar profundidad en banda y no quería que él fuera un cambio porque sabemos que es un jugador que en una acción puede decidir, como así está haciendo hasta ahora».
Precisamente el francés tuvo la última ocasión del partido, un disparo que rebotó en un jugador del Deportivo y en el que algunos jugadores racinguistas reclamaron penalti por mano. Aunque Ania aseguro no haber visto la jugada, sí quiso lanzar un recado para los encargados de revisar la misma en el vídeo. «Si no vas a pitar penalti por lo menos pita córner. Si vas a revisar algo y ves que le pega por lo menos pita lo que es. La situación del VAR o VOR o como se llame me tiene un poco descentrado».
Pese al resultado y al malestar de algún sector de la afición, Ania se mostró tranquilo acerca de futuro. «Eso es lo que menos me importa ahora mismo, lo que me importa es que teníamos un partido ganado y se nos fue. No sé realmente qué puede suceder pero yo estoy tranquilo, confío en mi trabajo y en los jugadores, sé que vamos a conseguir el objetivo, pero necesitamos ganar un partido para que nos genere confianza».
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