El Racing condena la pelea de unas decenas de seguidores en Zaragoza

«El Racing condena los incidentes violentos ocurridos ayer -por el sábado- en Zaragoza entre un pequeño grupo de seguidores de ambos equipos», publicó la entidad verdiblanca a las 12.39 horas de ayer. Un breve comunicado que continuó alejando los valores del club de quienes participaron en la refriega: «Los implicados no representan a la afición verdiblanca que acudió a La Romareda a animar a su equipo ni a ningún racinguista». Más allá de esta declaración institucional a través de un tuit, los gestores racinguistas decidieron no hacer ninguna afirmación más. Ni tampoco tiene previsto el club cántabro -al menos por el momento- investigar los hechos, proceder a la identificación de los implicados o tomar medidas al respecto. Por su parte, el Real Zaragoza no hizo tampoco ayer ninguna mención sobre el hecho.

Aunque la derrota racinguista fue dolorosa, lo sucedido en el barrio de La Bozada de la ciudad maña, en concreto en la confluencia entre la Calle Castilla y la Avenida Juan Pablo II, ensució una vez más lo que debía haber sido una jornada normal de fútbol. Más aún en una época en la que los teléfonos con cámara se encargaron de captar los hechos y amplificarlos. Siempre con los colores de dos clubes como trasfondo. La Policía Nacional de Zaragoza prácticamente dio por zanjado el asunto con el envío a Santander de los aproximadamente 40 seguidores verdiblancos que se subieron a un autobús de vuelta sin presenciar el encuentro. Según los cuerpos de seguridad, no existe ningún indicio de que el enfrentamiento haya sido algo planificado entre ambos bandos y la Policía solo queda a la espera de alguna posible denuncia de los propietarios de establecimientos hosteleros o vehículos afectados durante la pelea, que produjo diversos desperfectos.

No hubo que lamentar heridos de gravedad ni de gran consideración pese al lanzamiento de sillas, piedras, botellas y otros objetos entre los participantes. De hecho, los servicios médicos desplazados a la zona -fue enviada una ambulancia-, preparados para actuar por si era necesaria su intervención en la situación que se había desencadenado, no tuvieron que atender a nadie.

Representantes de las peñas más representativas de la Gradona -el grupo más animoso de la afición racinguista- que acostumbran a acompañar al equipo en prácticamente todos los desplazamientos del Racing, también se han desmarcado de los hechos. Todas ellas -Juventudes Verdiblancas, San José, Nukleo Asón...- aseguran no haber organizado un viaje colectivo como tal, y los diferentes miembros que pudieran acudier al partido lo hicieron de manera individual y de forma particular. Sus representantes se desmarcaron ayer de la batalla campal ocurrida antes del partido en La Romareda y tampoco quisieron hacer ninguna declaración al respecto. Miembros de Nukleo Asón y San José sí que explicaron haber estado en la zona centro de la ciudad, alejados de donde ocurrieron los incidentes, y comentaban que se enteraron de la noticia cuando se disponían a entrar al estadio. Y confirmaron, de paso, que no hubo ninguna quedada premeditada. Representantes de Juventudes Verdiblancas aseguraron no tener información suficiente sobre si se organizó viaje en la peña y, en otros casos, declinaron hacer declaraciones.

Estos hechos se han producido en un momento en el que la Asociación de Peñas Racinguistas se encuentra en pleno proceso de transición, tras la dimisión de la anterior junta directiva, presidida por Ángel Zorrilla. El colectivo está a la espera de nombrar un nuevo equipo de gestión.