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«Las batallas contra uno mismo son las únicas que merece la pena librar», escribió Albert Camus. Y el Racing, que se mide al Deportivo ( ... 16.15 horas) con El Sardinero lleno hasta la bandera, tiene esta tarde su propia guerra interior: pelear contra los nervios, contra la presión y lograr una victoria que le ayude a creérselo. El Racing no se juega solo tres puntos, se juega parte de un sueño. Y no solo porque enfrente tendrá al Dépor, un gigante dormido que amenaza con desperezarse justo ahora, sino por lo que ocurrió alrededor, en otros campos, donde los rivales directos se dejaron puntos allanándole un poco la jornada. Como el Levante, que cayó ante el Oviedo (1-0) y al que los cántabros le recortarán tres puntos si vencen.
Es más, si el Racing se impone en El Sardinero, quedará empatado a puntos con los granotas, aunque por debajo de ellos al tener perdido el golaveraje. Por no hablar, de que con este triunfo, el Oviedo se postula como un nuevo invitado en la lucha por el ascenso con 62 puntos, a solo uno de los cántabros.Igual que el Mirandés, en la quinta plaza. Por eso, ganar a los gallegos puede ser un golpe maestro. El Racing, por si alguien lo había olvidado, es el mejor visitante de Segunda División. Solo que hoy no viaja, hoy invita. Recibe al segundo mejor visitante de la categoría, el Dépor, que suma siete victorias, seis empates y cinco derrotas fuera de casa. No hay nadie, salvo el propio Racing, que viaje mejor en este campeonato.
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Pero si alguien se atreve a mirar solo la segunda vuelta, ahí el Deportivo da miedo de verdad. Solo ha perdido dos partidos –uno en casa y uno fuera–, y ha sumado desde enero los mismos 25 puntos que los verdiblancos. Ni un paso atrás. Esto convierte el partido en uno de esos duelos que aparecen en las películas del oeste donde solo uno de los tipos puede quedar en pie. Lo sabe José Alberto, que a pesar de comentar en rueda de prensa que la semana ha sido «tranquilita», tiene pequeñas complicaciones en su libreta. A la ya conocida baja por lesión de Íñigo Sainz-Maza se le suman las sanciones de Aldasoro y Arana, dos piezas que en partidos como este se echan de menos. La buena noticia es la vuelta de Maguette, que cumplió sanción ante el Huesca, y de Javi Montero, que ha entrado en la convocatoria. Eso sí, el andaluz, al que operaron del menisco hace solo seis semanas, llega en fase de prueba. José Alberto fue claro: «Aún le falta ritmo», decía el asturiano. Lo normal es que su sitio en el centro de la defensa lo ocupen Javi Castro y Manu Hernando, aunque Mantilla también asoma como una opción tanto para central como para lateral derecho.
Porque ahí, en esa demarcación, se juega otra pequeña guerra. ¿Mantilla o Michelin? ¿Contundencia o profundidad? Frenar a Yeremay, el extremo deportivista con doce goles en su mochila, es tarea de titanes. Puede que el técnico verdiblanco opte por blindar ese costado con el de Camargo. Tapar la banda izquierda del Dépor será vital para no sufrir de más. Y con Jokin Ezkieta bajo palos, la defensa se completa conMario García en el lateral izquierdo. En el centro del campo a José Alberto le toca reinventar la sala de máquinas y, salvo sorpresa de última hora, mandarán Maguette y Vencedor, dos tipos que mezclan músculo y cerebro. La otra alternativa sería Meseguer, pero el murciano no pasa por su mejor momento de forma.
Racing
José Alberto no puede contar con Juan Carlos Arana, que vio la quinta amarilla ante el Huesca, y Karrikaburu asume la responsabilidad del gol
Con los resultados de ayer en la jornada, una victoria significaría dar un paso de gigante en las aspiraciones al ascenso
Deportivo
Los gallegos llegan con varias ausencias significativas, como las de Sergio Escudero, Dani Barcia, Ximo Navarro, Juan Gauto y David Mella
El Deportivo solo ha perdido un partido fuera de casa en la segunda vuelta y desde enero ha sumado 25 puntos, los mismos que el Racing
Arriba, pocas dudas. En las bandas, Andrés Martín por la derecha e Íñigo Vicente por la izquierda, dos jugadores dispuestos a inventar y desatacar el partido a base de talento. Pablo Rodríguez será el enganche, el encargado de conectar la tierra con el cielo, la sala de máquinas con el gol. En punta de lanza, sin Arana, que vio su quinta amarilla ante el Huesca, el peso lo llevará Karrikaburu. El navarro, que todavía busca su noche de leyenda, puede tener hoy la oportunidad de sentirse protagonista y reivindicarse. Y más en un estadio a rebosar. Porque ElSardinero estará lleno. Será el duodécimo del curso. Una barbaridad en tiempos de partidos a deshora.
El apoyo racinguista comenzó ya ayer, cuando el club abrió al público en general el último entrenamiento antes del partido y los aficionados pudieron dar su calor al equipo.
El Racing tendrá enfrente al Dépor de Óscar Gilsanz, promocionado desde el filial para apagar fuegos y que ha terminado por prender una mecha de ilusión entre los suyos. El fútbol que despliega su equipo es vertical, alegre y atrevido. Un estilo que pondrá a prueba a una defensa racinguista que todavía se permite ser demasiado amable algunas tardes. Sin David Mella, lesionado, pero con Yeremay como estrella, el Dépor llega preparado para discutir cada balón como si fuera el último. El extremo es una amenaza constante, un diablo con botas que habrá que atar en corto desde el primer minuto. Aunque los gallegos llegan bajo mínimos. Con cinco bajas, las de Sergio Escudero, Dani Barcia, Ximo Navarro, Juan Gauto y David Mella; y tres jugadores entre algodones, ya que José Ángel, Villares y Mfulu son duda para el partido.
La presencia policial se incrementará hoy en el dispositivo del encuentro entre Racing y Deportivo ya que la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha declarado partido de alto riesgo. Algo que ya ocurrió también en el duelo de la primera vuelta que se disputó en Riazor, aunque en esa ocasión la jornada discurrió sin incidentes. Se espera que alrededor de 800 aficionados deportivistas lleguen a Santander para presenciar el partido en unos Campos de Sport que han colgado de nuevo el cartel de 'No hay billetes' esta temporada.
Que el Deportivo se ha reforzado bien en el mercado de invierno lo comentó el propio José Alberto en rueda de prensa el pasado viernes. Y es que además, uno de los artífices de la confección del plantel gallego no es otro que el exracinguista Juanjo Expósito (Ontaneda, 1985). El que fuera delantero del Racing –salió del equipo en 2018– siempre se había sentido atraído por el trabajo de campo, ese de coger la maleta y ver fútbol sin parar para cribar jugadores. Y la fortuna se alió con el de Ontaneda.
Poco después de salir del Racing y colgar las botas, en enero de 2019, le sonó el teléfono. Era Fernando Soriano, que había sido su entrenador en Almería y en ese momento iba a tomar las riendas del Ibiza, que militaba en la extinta Segunda B. Soriano, que sabía que el cántabro es «muy 'friki' de ver fútbol», como decía el propio Juanjo en una entrevista en El Diario, le formuló una pregunta: «¿Quieres venir para ayudarme?». No se lo pensó dos veces. Hizo las maletas y voló a la 'isla bonita'.
Estaba preparado. Lo llevaba estando bastante tiempo, en concreto desde que conoció a Víctor Orta, que le había llevado al Sevilla y le «cuidó como si fuera su hermano». A partir de ahí, Juanjo mantuvo el contacto con él y tras salir del Racing, cuando Soriano le propuso incorporarse al Ibiza, se fue primero a Leeds y estuvo con Orta para prepararse. El madrileño le explicó cómo trabajaban allí y Juanjo se convirtió en una esponja. Copiar a los buenos siempre es una buena opción y para Juanjo, Orta era el mejor. Tras su etapa con Soriano en el Ibiza, en 2023 ambos hicieron las maletas. Nuevo destino, el Dépor. Soriano como director deportivo y el cántabro, como secretario técnico.
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