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Maldita desconexión
Tras ponerse por delante, un rato de desorden permite al Huesca empatar y el Racing mantiene como estaba la lucha por la permanencia
El cronista se recuesta sobre su asiento, pulsa el 'Enter', entrelaza sus manos por detrás de la cabeza y apoya los pies sobre el pupitre. ... Rélax. Que trabaje la inteligencia artificial esa: «En un encuentro clave por la permanencia, Racing y Huesca se enfrentaron en un duelo que se saldó con un empate a un gol. El conjunto cántabro tuvo en Pombo a su principal figura, quien anotó el gol que adelantó al equipo desde los once metros. Kante logró el empate para el Huesca tras aprovechar un error de la defensa del Racing...». Tan lista como aburrida. Y lo que no sabe, se lo inventa. Vamos, que sería un error dejar este texto de más de mil palabras en la suerte de una máquina. Igual que el Racing no puede relajarse ni dejar que la corriente, o los errores ajenos, le lleven hacia una permanencia que tiene bien cerca. No hubo atisbo de dejarse arrastrar en el equipo verdiblanco. La plantilla sigue mostrando que la actitud no es negociable en el césped. Pero una inoportuna desconexión le salió demasiado cara. Tras ponerse por delante con un gol de penalti de Pombo, el momentáneo apagón permitió al Huesca llevarse un punto. O quitarle dos a los cántabros, que es lo mismo. Ese paso casi definitivo hacia la salvación. Sigan remando.
No hacía falta recurrir a sabidurías externas para adivinar la alineación de José Alberto. Porque sólo había una duda, pero pequeña. Aldasoro está por delante de Juergen en las plegarias del míster, así que el vasco fue el acompañante en el regreso de Íñigo Sainz-Maza al doble pivote. Lo demás, el once nuestro de cada día. El asturiano sigue inamovible con los hombres que le están llevando al éxito.
Racing
Parera, Dani Fernández, Saúl García, Germán Sánchez, Rubén Alves, Íñigo Sainz-Maza (Juergen Elitim, min. 71), Aldasoro, Mboula (Arturo Molina, min. 89), Pombo (Marco Sangalli, min. 58), Íñigo Vicente y Baturina (Sekou Gassama, min. 71).
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Huesca
Andrés Fernández, Andrei, Florian Miguel, Timor (Kento Hashimoto, min. 75), Vilarrasa, Joaquín (Gerard Valentín, min. 64), Pulido, Blasco, Kante (Obeng, min. 64), Juan Carlos (Enzo Lombardo, min. 75) y Sielva.
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Equipo arbitral Gálvez Rascón, asistido en las bandas por Santiago Sacristán y Bernal Martín, todos ellos del Comité Madrileño. Cuarto: González Díaz (Asturiano); VAR: Pérez Pallás (Gallego) y AVAR: Prieto Iglesias (Navarro)
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Goles 1-0, min. 27: Pombo, de penalti. 1-1, min. 45: Kante.
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Amonestaciones : Amarilla al local Arturo Molina y al visitante Vilarrasa.
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Incidencias Campos de Sport de El Sardinero. Con césped en buen estado, en una noche fresca y con ligero viento. Antes del partido se rindió homenaje al fotógrafo José Luis Echave, recientemente fallecido. 9.995 espectadores.
El Huesca, pertrechado en bloque medio, le cedió la manija del encuentro a un Racing que tenía dificultades para conectar con sus hombres más peligrosos. Se ve que Ziganda había apuntado los dorsales a seguir. Así que Íñigo Vicente recibía muy atrás, Pombo había salido demasiado acelerado y a Mboula aún no se le había visto. El choque pedía, por el momento, paciencia. Por fin el tridente encontró una rendija y un disparo desde la frontal de Pombo, centrado, la atrapó Andrés Fernández.
Los verdiblancos eran dueños del balón y los aragoneses confiaban en su plan. Una buena carrera de Andrei por la derecha terminó con un gran centro al segundo palo donde Juan Carlos, más solo que Juan Bandera un día de tormenta, remató fatal. Si es que se le puede llamar remate a eso.
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El racinguismo disfruta con su equipo. A día de hoy, el fútbol, en los Campos de Sport, es eso que pasa hasta que a alguno de los de la chistera saca un conejo o una paloma. La magia vive de ilusiones. De cosas que no existen, pero sí se barruntan. Cuando Mboula corre y hay un espacio libre frente a él, comienza el murmullo. El balón se quedó por el camino, pero a la zaga oscense le entró el tembleque. El colegiado señaló una falta por mano cerca del vértice del área visitante. Rubén Alves cayó al suelo en medio de un forcejeó. El árbitro avisó: 'Quieto todo el mundo', debió decir. La defensa del Huesca, ni caso. Saúl García colgó el balón. A Vilarrasa le hizo gracia Baturina y se quiso llevar al croata para casa. Placaje. Gálvez Rascón cumplió con lo prometido. Penalti. Pombo se la pidió. En otra época, el lanzamiento desde los once metros era carne de fallo. Pero al Racing, ahora, el viento le empuja hacia delante. El duro disparo del mediapunta puso el 1-0.
El choque entraba en esa fase en la que el Racing sabe que no debe echarse atrás, pero en la que habitualmente vuelve a los orígenes para meter el culo en su área. Andrei aprovechó la pasividad defensiva de Íñigo Vicente para colarse en el área y pegarla duro, pero a donde estaba situado Parera. Y acto seguido, un cabezazo de Pulido se alojó en el fondo de las mallas, antes de que el colegiado señalase falta en ataque en el salto. Señores, céntrense.
Porque tampoco valía de nada entrar en modo guerra de guerrillas. Una fantástica dejada de Pombo puso a Mboula la S-20 a sus pies hacia la portería aragonesa. La zaga se volcó hacia el catalán y dejó a Íñigo Vicente absolutamente solo al otro lado. Mboula agachó la cabeza y no quiso saber nada más. Así que él perdió el balón y el Racing una clara oportunidad.
José Alberto no sabía cómo pedirle a sus futbolistas que sacasen el trasero de ahí. Y sucedió. La temporada de Rubén Alves es tan espectacular que hasta duele contar un error suyo. El central racinguista acaba de recuperar un balón sobre la línea de fondo de forma imperial. Sobrado. Jugó con Saúl y este con Íñigo Sainz-Maza. El de Ampuero no estuvo fino y cedió atrás una pelota envenenada y Alves, presionado, falló en el despeje. El cuero le cayó a Kante, que batió a Parera por el primer palo. Minuto 45. Mal momento para recibir sopapos.
La segunda mitad no empezó con mejoras. El Huesca fue el primero en golpear, con un tiro de Juan Carlos desde la frontal que no encontró portería. Al Racing le iba a costar reponerse, pese a que las botellas de José Alberto estuviesen colocadas en su posición talismán. Un córner botado desde la izquierda se lo encontró Aldasoro en el segundo palo, pero su remate se marchó a Tribuna Sur.
A la grada no le gustaba cómo cazaba el perrito y al míster, tampoco. La banda izquierda verdiblanco se quedó mirando mientras un balón rodaba por la línea de banda. Al final, centro al área y un remate fallido de Vilarrasa en el segundo palo que podía haber sido otro disgusto. José Alberto se giró y llamó rápido a Marco Sangalli. El asturiano quitó a Pombo para colocar a Íñigo Vicente en la mediapunta.
El Racing empezó a combinar un poco más cerca del área y, en consecuencia, a incomodar más al Huesca. Y Ziganda sacó la dinamita que aún tenía en el banquillo: Obeng y Gerard Valentín. Mientras tanto, José Alberto sabía que tarde o temprano tendría que retirar a Baturina, pero no tenía claro si mandar a calentar a Matheus Aiás o a Sekou Gassama. Se iban turnando. Cedric ni siquiera entró en la ecuación. Una volea rasa de Florian Miguelarrancó el siseo en los Campos de Sport.
Ahora sí, el míster llamó a Sekou Gassama y a Juergen Elitim. Difícil papeleta para ambos, porque su equipo parecía con la flecha hacia abajo y restaban más de veinte minutos. La grada que aprieta, a ver si entre todos... Los sustituidos: Baturina e Íñigo Sainz-Maza. Mientras el Huesca hacía un par de cambios –el retorno de Enzo Lombardo a los Campos de Sport–, los verdiblancos volvieron a desconectar. Y en la reanudación del juego, el balón le cayó a Andrei, solo en el segundo palo. Su duro tiro lo repelió Parera con muchos problemas.
El campo estaba ya volcado hacia la portería del Huesca, pero el Racing no encontraba el camino adecuado frente a un rival rocoso. José Alberto gastó la última sustitución para dar entrada a Arturo Molina y retirar a Mboula. Apenas quedaban cuatro minutos de tiempo añadido. Y, como era de esperar, no hubo tiempo para mucho más. En la pelea por la permanencia, la vida sigue igual, lo cual no es mala noticia para el equipo cántabro.
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