El Independiente inicia la Liga más extraña

Los verdes comenzaron los primeros sudores de pretemporada allá por el 10 de agosto. Aunque aquello no se parecía en nada a su deporte. «Era sin contacto. Hacíamos ejercicios de readaptación del cuerpo, tras tantos meses de inactividad: caer y levantarse, saltos... Así fuimos cumpliendo las fases marcadas hasta que a principios de octubre, el día 5, llegó la normalidad». Tristán 'Chucho' Mozimán es argentino de Santa Fe y del año 1976. Pero como lleva ya once años en el banquillo del Independiente, se le puede considerar ya igual de santanderino que ese paseo de Reina Victoria que le entusiasma por sus vistas alucinantes al mar y a las montañas. El entrenador verde en este viaje en la élite del rugby señala que el poco más de dos semanas que su equipo lleva entrenando con normalidad «es muy poco. Pero si queríamos empezar a jugar, teníamos que adaptarnos a eso».

El bicho ha impuesto, como en otros deportes, sus reglas. Así, habrá que pasar test todas las semanas antes de los partidos. En el caso del Aldro Energía Independiente, los paga el club, aunque la Española ha conseguido un precio más barato para las pruebas «Los pasamos en una sala del Instituto Municipal de Deportes. Nos hizo la gestión el concejal de Deportes, Felipe Pérez Manso, que nos ha facilitado mucho las cosas». Esos test permitirán jugar con ciertas garantías. El domingo, a las 12.00 horas, se inicia este octavo viaje en casa del Ordizia. Aunque la prudencia que impone el virus hará que sea un rugby distinto, sin rituales como por ejemplo el tercer tiempo. Nada de compartir una cerveza y un plato de arroz o pasta con los amigos del equipo contrario tras el partido. Con la que está cayendo, suena a frivolidad privarse de eso. Pero a buen seguro que dolerá. Ese momento de camaradería está tan interiorizado en el deporte de los caballeros que costará acostumbrarse a que esta temporada, no toca.

Los verdes llevan apenas dos semanas trabajando «con el grupo armado». Poco, para un deporte en el que no es raro que las primeras jornadas de Liga sirvan aún de rodaje. Además, no ha habido ni un solo partido de pretemporada. Pero a pesar de todo, el 'Chucho' tiene la ilusión de un niño. «Es la temporada que tenemos la plantilla más amplia. En la que habrá más competencia interna. En un entrenamiento, en el que estaban los sub-23, éramos 58. Y faltaban al menos media docena de chicos. Para el equipo sénior, yo creo que unos 35 jugadores pueden competir por estar en él».

Los Argerich, Medina, Mariano García, Soria o Aldo Cornejo tendrán la misión de integrar rápidamente a los nuevos. Pero parece que no será difícil. «Estoy muy contento con todos los que han llegado», añade el 'Chucho'. «Porque veo un grupo con mucha capacidad de trabajo». Todos «soldaditos», como a él les gusta llamarles con una sonrisa. Mozimán visualiza una delantera «aguerrida y luchadora». E intuye una línea de tres cuartos «muy rápida, que cuando se engrane puede hacer cosas muy buenas». Básicamente, el sueño de cualquier entrenador. Con esos mimbres, intentará desarrollar el plan de juego marca de la casa: fortaleza en defensa, dureza en el placaje y un rugby vistoso en ataque. En el plazo más corto, las necesidades inmediatas están en «hacernos fuertes en defensa, melé y touche».

Después de ese primer objetivo de «organizar el equipo» y que todo se asiente, el Aldro Energía Independiente buscará la siguiente meta en una Liga extraña. Tras una única vuelta, los doce equipos quedarán divididos en dos grupos de seis para jugar otros cinco partidos más. Los seis del primer grupo, junto a los dos primeros clasificados del segundo, jugarán los playoffs por el título. «Tenemos que organizar el equipo lo antes posible para estar en esa zona de playoff, para terminar entre los seis primeros al final de esa vuelta», destaca el 'Chucho'. La competencia será brutal. A los dos gallos del corral, los equipos de Valladolid, se unen el Alcobendas -reciente ganador de la Copa-, la Santboiana, el Barça... «Ciencias y Burgos, que se han reforzado mucho»... En esta Liga faltará otro equipo cántabro, el Club de Rugby Santander, que hace pocos días renunció a su plaza en División de Honor. Su lugar lo ocupará Hernani o Les Abelles, que este domingo se la juegan a un solo partido en Zaragoza.

Enfrente de todos ellos estará el gran rival. De nombre covid y con el dorsal '19'. El invisible virus que será capaz de tumbar una melé de más de 800 kilos y desmontar todos los sueños de la temporada. «Será una Liga rara porque seguro que habrá partidos aplazados», estima el 'Chucho'. Pero al menos este domingo, casi ocho meses después del último partido de los verdes, el oval volverá a rodar por el campo. «Habrá que adaptarse, tener sentido común y disfrutar todo lo que podamos», concluye el 'Chucho' Mozimán.