Borrar
Nacho Mastretta nació en Barcelona y pronto su familia se trasladó a Santander donde comenzó su formación como músico. J. González

Nacho Mastretta

Músico
«Escuchar a los demás es la única manera de ser feliz en el mundo»

El compositor cántabro, que ultima nuevo disco con su veterana banda, es un referente en el panorama nacional

Domingo, 11 de mayo 2025, 02:00

«Me encanta», dice entusiasta Nacho Mastretta (Barcelona, 9 de mayo de 1964) en su regreso a Santander donde dio sus primeros pasos como músico. Feliz por volver a casa, regresó para interpretar en directo, y por primera vez, sus composiciones para 'El niño erizo', cuando se cumplen diez años del estreno. Una faceta más para el multiinstrumentista cántabro afincado en Madrid, que con la misma destreza pone música a películas que lanza nuevos temas con su banda de espíritu orquestal y músicos de primer nivel que conforman una singular familia sonora con la que ha recorrido el mundo.

-¿Es muy distinto componer música para un público infantil o juvenil?

-Creo que no. No lo veo por edades. Eso quizá se aplica a música más industrial, pero en nuestro caso, al ser una obra teatral o un concierto, tienes que mantener lo que tiene la música; la parte lúdica, la sorpresa y la emoción que caracteriza toda música que es interesante.

LA ORQUESTA MASTRETTA

  • Integrantes Nacho Mastretta (compositor, director y clarinete), Marina Sorin (violonchelo y phonofiddle), David Herrinton (trompeta y tuba), Laicha Mansilla (piano y saxo), Luca Frasca (piano y órgano), Pablo Novoa (guitarra), Pablo Navarro (contrabajo), Coke Santos (batería y percursión).

-¿La música lima las diferencias a través de esos elementos?

-Eso me ha interesado mucho desde siempre. En la banda que tenemos hay una diferencia de treinta años del mayor al más joven, hay gente de diferentes países, diferentes ámbitos, porque proceden del rock, del jazz, del flamenco... Creo que eso siempre es enriquecedor y para la música que hacemos es muy importante que cada músico se implique y aporte su bagaje tanto artístico como musical exclusivamente.

-Esos son aspectos que les diferencian, pero, ¿qué tiene que tener un músico para formar parte de esa banda?

-Es casual todo; no ando haciendo casting buscando (ríe). La banda se formó en los años 90 y tratamos de propiciar a toda costa la escucha; que nos escuchemos los unos a los otros. Es lo que diferencia a un buen músico de uno que no lo es tanto. Su capacidad de escuchar a quienes tocan con él, reaccionar y entre todos hacer un sonido interesante.

-Desde esos años 90 iniciales, ¿cuál diría que ha sido el principal aprendizaje?

-Salir de la zona propia, de uno mismo, y escuchar a los demás, que es lo más difícil. Nos lleva una vida conseguirlo.

-Y cada vez parece ponerse más cuesta arriba

-Sí, por eso es tan importante que la música esté en las escuelas, aunque deberían tener mucha más presencia en los cursos académicos. Son cosas que despacio, poco a poco se van consiguiendo.

-¿Cree que los conservatorios tienen aún un lugar preeminente para la educación musical?

-Sí, por supuesto. Creo que son importantísimos. Aparte, hemos mejorado muchísimo. Veo cómo tocan los chavales hoy en día y es impresionante ver cómo manejan el instrumento y qué capacidades tienen. Recuerdo cuando yo estaba en el Jesús de Monasterio, que éramos un noventa por ciento de mujeres y dos o tres chicos, y todo era más complicado. Ahora la gente sabe leer y escribir música cuando antes era muy difícil encontrar en España a alguien que supiera.

-Mirando al presente, afirma que la tecnología de los instrumentos no ha sido superada y es algo casi mágico.

-Sí, yo no sé lo que habría estudiado el creador de un Stradivarius, por ejemplo; cómo tratan la madera, escogen el árbol, la forma de cortarlo, su maduración, los grados de inclinación, las tensiones cómo se soportan con una maderita finísima...Es una cosa increíble. La tecnología es algo que está presente en la música, sobre todo en la instrumental, porque en la vocal lo que hay que hacer es cuidarse, y todo lo que venga será bien recibido. Hay que darle, eso sí, su importancia, y no confiarse enteramente a ella.

-En ese sentido, ¿qué importancia se le da a la música instrumental en España?

-Hay muy poco porque es muy difícil mantenerse en el ámbito popular tocando música instrumental; la gente quiere escuchar canciones. En la clásica y clásica contemporánea es casi mayoría, sin embargo, porque siempre ha sido para los compositores una manera de desarrollarse y un reto mantener al oyente escuchando una pieza que como una sinfonía, puede durar hasta cuarenta minutos.

-En su caso, ¿la elección de este género es un reto, una vocación?

-Son cosas que haces sin darte cuenta. Yo siempre he hecho canciones y sigo haciéndolas. En Santander empezamos a trabajar con Juanki, un amigo que hacía lo que se llamaba videocreaciones en los 80, y me invitaba a ponerle música a sus vídeos y ahí ya me picó el gusanillo. Y hasta hoy. El desarrollo instrumental me encanta.

-Una casualidad convertida en realidad

-Y queremos que siga durando, porque cuando nos ponemos a tocar juntos lo pasamos fenomenal.

-De la videocreación a sus composiciones para cine o televisión. ¿Qué ocurre en ese proceso creativo?

-Es como en todo, que tienes que encontrar tus límites. La película o la obra de teatro que tengas que musicalizar te marca unas pautas, un ritmo, unas emociones... Intentas escuchar al director y entender cuáles son sus intenciones con la película y adaptarte a ello. Es un juego con unas normas más estrictas, frente a los conciertos que hacemos, mucho más libres. Pero en la música no hay tanta diferencia de una banda sonora a una canción.

-Y de nuevo, la escucha. Parece una máxima en su método.

-Si tienes que vivir en el mundo, tienes que escuchar a los demás; es la única manera de ser feliz, creo.

-En ese mundo, ¿hay proyectos o sueños musicales pendientes de cumplir?

-Sí, me gustaría hacer muchas cosas. Ahora estamos terminando un disco nuevo, tengo un proyecto de canciones con mi amiga Ajo, otro con Marina Sorin de canciones a dúo, todas las colaboraciones que espero seguir haciendo, porque eso te enriquece mucho... Muchas cosas.

-¿Se siente satisfecho con el camino recorrido?

-Una vez que eliges esta profesión no te puedes quejar de nada, porque estás haciendo lo que te gusta. Unos años tienes que pedir prestado y otros prestas. Está poco sujeta a rutinas.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Escuchar a los demás es la única manera de ser feliz en el mundo»

«Escuchar a los demás es la única manera de ser feliz en el mundo»