Cantabria esquiva la tendencia al alza del absentismo laboral
En España, la ausencia en el puesto de trabajo toca máximos históricos y ya tiene un coste de 85.000 millones de euros al año, según un informe presentado por Adecco
I. AROZAMENA/L. PALACIOS
SANTANDER.
Jueves, 13 de junio 2019, 07:20
En España, el absentismo laboral toca máximos históricos y tiene ya un coste de 85.000 millones de euros al año. Sin embargo, Cantabria ha ... logrado esquivar esta tendencia alcista que se registró en 2018 en el conjunto del país y es, junto con Cataluña, una de las dos únicas comunidades autónomos donde baja. Concretamente el descenso ha sido del 9,5%, lo que equivale a casi nueve horas de absentismo menos por año por asalariado, según un informe presentado ayer por Adecco.
El estudio contempla que sumadas todas las horas de ausencia en España, equivale a que 753.000 trabajadores no hubieran acudido ni un día del año a su puesto, 52.000 más que en 2017. En Cantabria se pierden más de 80 horas anuales por asalariado por motivo de absentismo, lo que la sitúa como la sexta comunidad con menor pérdida, ya que la media nacional es de 87 horas.
Sólo en dos regiones la proporción de horas pactadas efectivas que se pierden por absentismo es inferior al 4%. Se trata de Baleares con el 2,6% y Andalucía con el 3,9%. En la comunidad cántabra se alcanza el 4,9%. La tasa de absentismo se entiende como el porcentaje de horas no trabajadas sin contar vacaciones, festivos ni horas perdidas debido a ERTE.
Cinco años en ascenso
En el conjunto del país, el absentismo laboral lleva ya cinco años consecutivos en ascenso, algo que, por otra parte, coincide con la recuperación económica pues aquel es un fenómeno que se reduce en época de crisis y en tiempos de bonanza vuelve a repuntar. Pero en este caso ha subido hasta tal punto que su tasa se elevó el pasado año hasta el 5,3%, tres décimas más que en 2017 y una décima más que el anterior récord marcado en 2009.
Esto supone que en España durante 2018 se perdieron cada mes más de 100 millones de horas de trabajo, 1.350 millones en todo el ejercicio y con un coste directo de 344 euros al año por persona.
Este nivel de ausencia al trabajo costó en 2018 a las arcas públicas un 10% más que el año anterior que se suma a otro 10% de 2016. De esta cantidad, el Estado desembolsó 7.498,5 millones por las prestaciones económicas que tiene que pagar cuando el trabajador está de baja por incapacidad temporal, algo que se ha elevado incluso más: un 12,9%. Por su parte, las empresas asumieron 6.900,5 millones por el coste de los salarios y cotizaciones que debe abonar los primeros 15 días de baja en los que el empleado no acude a trabajar, así como los complementos salariales que se incluyen en muchos convenios colectivos. Pero, además, está el denominado 'coste de oportunidad' -el más elevado-, que son los bienes y servicios que se dejaron de producir durante el tiempo que estuvieron de baja y que en 2018 se situó en 70.141,4 millones.
Industria es el sector más afectado
por sectores, la industria es donde se registra la tasa de absentismo más elevada en España: el 5,6%, su máximo histórico; le sigue el sector servicios, también en máximos con un 5,4%, mientras que, en el lado opuesto, la construcción marca el menor nivel de ausencias: 3,6%.
Según el tipo de baja, el 85,5% fue por contingencias comunes (enfermedad común o accidente no laboral), ya que el año pasado se produjeron más de 5,2 millones de procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes, un 12,7% más que en 2017, mientras que la población media protegida ha crecido únicamente un 3,4%. De estos datos se desprende que seis de cada cien trabajadores no acudió a su puesto laboral, cifra que equivale a más de un millón de trabajadores.
La principal razón por la que un trabajador no acude a su puesto de trabajo son las bajas médicas por incapacidad temporal (IT), que representan el 72% del total de horas perdidas. El segundo motivo, aunque ya a mucha distancia, son las bajas por maternidad, que suponen el 12% del absentismo. Le siguen las horas perdidas por permisos y licencias, que representan el 7% del total.
La mayor parte de las bajas (siete de cada diez) duró menos de 15 días, mientras que solo el 10% se alargó más de 90. Sin embargo, hay una tendencia al alza en las ausencias de larga duración, que registraron en 2018 una media de 275,2 días, un 20% más que en 2009.
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