Cantabria mejora moderadamente su competitividad y ocupa el noveno puesto
El Icreg elaborado por el Consejo de Economistas con datos de 2017 coloca a la autonomía en el nivel medio-bajo siendo lo peor el entorno económico
La competitividad de Cantabria ha logrado mejorar moderamente en 2017 aunque sigue en el nivel medio-bajo de España y ocupa el puesto noveno ... del total de las 17 autonomías. Esta es la principal conclusión del Informe de Competitividad Regional en España 2018 que realiza el Consejo General de Economistas de España y que fue presentado este jueves a los medios de comunicación por el presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria, Modesto Piñeiro, y por el decano-presidente del Colegio de Economistas de Cantabria, Fernando García Andrés. Además, dos de los expertos que han participado en la elaboración del Icreg (Índice de Competividad Regional) explicaron los resultados de la región en un acto celebrado en la Cámara.
Para valorar la competitividad se analizan siete ejes: entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional, infraestructuras básicas, eficiencia empresaria e innovación, clasificándose en cuatro niveles (bajo, medio-bajo, medio-alto, y alto). En este sentido, Cantabria ocupa, entre las 17 comunidades, el quinto lugar en cuanto a capital humano (medio-alto) y la sexta en entorno empresarial e institucional (medio-alto), si bien hay en otros en los que sale peor parada, como el que, por ejemplo, alude al entorno económico, donde es la decimotercera (bajo), o en innovación, donde es la undécima. A Cantabria se le otorga también un nivel alto en cuanto al mercado de trabajo se refiere, pese a lo cual a mitad de la tabla por comunidades autónomas, con un octavo puesto, el mismo que ocupa si se analizan las infraestructuras básicas.
En lo más alto del ranking de competitividad regional se sitúan la Comunidad de Madrid, en primer lugar, seguida de País Vasco y Navarra. En el lado opuesto, figuran Extremadura, Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha e Islas Baleares con un índice de competitividad baja.
En los estratos intermedios, Cataluña, Aragón y La Rioja figuran como un grupo con competitividad media-alta, mientras Castilla y León, Asturias, Cantabria, Galicia, Comunidad Valenciana, y Región de Murcia forman parte del grupo medio-bajo.
Piñeiro destacó la importancia del Informe y, más, en un momento de «cierta incertidumbre» y con las previsiones de una «paralización» económica. Por ello, lo ha considerado como una «buena herramienta» para identificar las debilidades y fortalezas de la comunidad y qué factores debe desarrollar para mejorar de cara al futuro. En su opinión, «sirve para que se tomen las medidas adecuadas para mejorar».
Por su parte, García Andrés ha explicado que no solo realiza un «análisis estático» con la «foto fija» de la comunidad, si uno «dinámico», comparando a Cantabria con otras comunidades. Explicó que hay parámetros de la región que pueden parecer «excelentes» pero si se comparan con los de otras regiones «pueden no serlo tanto». De otro lado, preguntado de los periodistas sobre su visión personal de la situación de la comunidad autónoma, Fernando García ha reconocido que Cantabria ha crecido en los últimos años a un «ritmo importante» y que, pese a las perspectivas de una cierta desaceleración económica, también crecerá este año más que la media nacional.
Capital humano,entorno institucional y eficiencia empresarial
El capital humano, el entorno institucional y la eficiencia empresarial forman parte de la mejor cara de Cantabria a la hora de valorar su competitividad global. Siempre se ha dicho que la autonomía cuenta con un buen nivel de profesionales y personal cualificado y parece que el Icreg lo confirma claramente. En este apartado, la región ocupa un honorable quinto puesto. En el caso del entorno institucional y eficiencia empresarial el puesto es el sexto.
Tampoco hay que desdeñar el apartado del mercado de trabajo, el octavo puesto, y con nivel alto según la clasificación.
El presidente del Colegio de Economistas resaltó el incremento experimentado en el PIB industrial de la Comunidad y consideró «acertada» la apuesta del Gobierno de Cantabria por este sector que debe ser el que «tire» de la economía. Según dijo, si el sector industrial crece en la comunidad, se genera más empleo y más riqueza y, a la vez, más consumo en el resto de sectores.
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