Fundinorte avanza en su liquidación y lleva a subasta la nave de San Felices
Los administradores han rematado prácticamente la venta de bienes y equipos del interior de la planta, que esperan adjudicar en unos meses
Lo que fue una gran apuesta industrial en la pasada legislatura para volver a poner en marcha la antigua Greyco, a día de hoy ... progresa de forma inexorable hacia su desarticulación. Fundinorte, en concurso de acreedores desde agosto de 2018, avanza en su proceso de liquidación, con la venta en subasta de buena parte de los bienes y equipos situados en el interior de la factoría enclavada en San Felices, hasta el punto de que la administración concursal se prepara para lanzar la venta de la nave que albergó el negocio de la compañía impulsada por el Grupo Vela y que contó con un gran respaldo público, con préstamos y financiación por 3,3 millones de euros, lo que ha dejado a Sodercán y al Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF) entre los principales reclamantes de la masa acreedora.
Según explican fuentes de la administración concursal, esta fase liquidadora se halla en la actualidad «muy avanzada» y, aunque todavía no se ha remitido al juzgado el balance de las actuaciones, se han obtenido «cantidades importantes» para los acreedores mediante tres subastas.
Este despiece en lotes de Fundinorte llevará a la salida en oferta de la nave principal de la fundición, valorada en 1,43 millones y cuya adjudicación se espera concretar en los próximos meses. Con una parcela de 14.800 m2 y una edificación de 4.600 m2, es el último gran recurso para satisfacer las deudas que justifican el procedimiento concursal de la empresa.
Tres subastas realizadas han permitido obtener «cantidades importantes», dicen los administradores
La finca está sujeta a varias cargas, entre ellas una del ICAF por un préstamo de 700.000 euros
El plan de liquidación presentado en febrero de hace un año desglosaba los citados 1,43 millones en 750.000 euros el terreno y 682.225,43 euros las construcciones, una finca que está sujeta a varias cargas. La primera, una hipoteca del ICAF para responder por el principal de 700.000 euros de financiación otorgada más 49.700 euros de intereses; 105.000 euros para gastos judiciales; y otros 35.000 para costas extrajudiciales. El Ayuntamiento de San Felices también tiene derecho en función de una deuda por IBI de 3.434,19 euros.
Consultada por este periódico, la Consejería de Economía del Ejecutivo autonómico, de quien depende el Instituto Cántabro de Finanzas, sostiene que primero se dará vía libre para intentar la venta del complejo por un importe que pueda satisfacer el dinero comprometido en la iniciativa industrial. Si no se produjera un resultado satisfactorio, sería el momento de decidir si se queda con la planta, aunque fuentes conocedoras del caso ya advirtieron sobre la posible presión fiscal derivada de una asunción de esta naturaleza.
En relación a las instalaciones (191.561,45 euros), la maquinaria (1,59 millones) y el utillaje (451.661,96 euros), Sodercán también tiene una carga hipotecaria para responder por los 300.000 euros del préstamo concedido a la fundición más intereses. La Seguridad Social igualmente tiene gravados estos bienes como consecuencia del aplazamiento del pago concedido por 687.862,45 euros. La empresa ejecutó un ERE para sus 53 trabajadores en diciembre de 2018.
La pugna con Sodercán
Mientras la compañía prosigue su camino hacia la disolución, el Ejecutivo y el Grupo Vela mantienen su pugna en sede judicial para dirimir si los empresarios tienen que responder con sus avales personales ante la firma pública Sodercán por el fallido de Fundinorte. A este respecto, mientras el ente regional inició las acciones legales pertinentes para exigir el cobro de las garantías, los dueños de la planta interpusieron demanda para que fueran los tribunales los que resolvieran el conflicto y, en segundo término, demorar el cobro del erario cántabro.
Un proceso que derivó en diversos procedimientos -Sodercán se vio reforzada en la vía mercantil-, pero que todavía sigue vivo a la espera de que la Justicia resuelva de forma definitiva.
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