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Moisés Nieto, durante su presentación. Óscar Chamorro

El buen patronaje saca músculo en la pasarela

Moisés Nieto protagoniza la segunda jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid con un bellísimo y original regreso a las aulas

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Martes, 28 de enero 2020, 17:04

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El buen patronaje primó en la segunda jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, en la que el protagonista indiscutible fue Moisés Nieto. El modista ofreció una clase magistral en la Facultad de Bellas Artes. Allí, en el aula 301 y enfundado en una bata blanca, fue vistiendo con delicadeza extrema a la única modelo con la que presentó su propuesta para el próximo otoño-invierno. Música en directo y dos estudiantes dibujando a la maniquí completaban la romántica puesta en escena en la que subyacía la necesidad que tiene el sector de «volver al aula» y aprender de nuevo con la finalidad de que se compre más moda española siguiendo los nuevos códigos y haciendo un uso responsable de los recursos.

El actual director de moda del Instituto Europeo de Diseño rescata tejidos de anteriores colecciones para darles una nueva vida en una colección en la que da importancia a prendas exteriores como blazers, abrigos y gabardinas. El trabajo de sastrería masculina se ajusta a la mujer de forma que sutil. Las siluetas rectas se corrigen con volúmenes ondulantes, lanas secas yuxtapuestas con terciopelos vibrantes y tejidos sostenibles, como el tencel -una fibra natural- para adivinar una figura que no se deja ceñir. La paleta de color gira entre ocres y tonos caldera, que se enfrentan a gamas más azucaradas sin llegar a los colores pastel, pero huyendo radicalmente de las tonalidades lúgubres inherentes al invierno.

El idilio de jienense con la moda viene de lejos, pero lejos de aburrir, embelesa. Su apuesta por la dualidad de referencias es un concepto complejo con el que consigue crear un nuevo lenguaje creativo que dialoga entre varias estéticas. Suele ahondar en las raíces de la Andalucía de su infancia para no perder el sur que siempre le ha guiado y le ha llevado a hacerse con galardones tan importante como el del prestigioso certamen Who´s On Next que convoca la revista Vogue.

Mucho más sencilla fue la propuesta de Mans, una marca novata en la Semana de la Moda madrileña que viene de la 080 de Barcelona, en la que ganó las tres veces que desfiló, y ahora busca abrirse a nuevas oportunidades. El alma de la firma, Jaime Álvarez, apuesta por la alta sastrería masculina con las técnicas clásicas llevadas a la vanguardia en cortes y patrones, como las chaquetas cruzadas que abrazan el cuerpo para ajustarse a la anatomía del hombre pero sin llegar a convertir la silueta en andrógina.

Su propuesta más comercial y ponible, mostrada en la Casa Velázquez, se inspira en el Renacimiento francés. En ella hay mucha mezcla de tejidos, algunos catalogados como femeninos, como es la seda para blusas, y cordero y potro para cazadoras cortas que marcan cintura. El toque andaluz que siempre intenta que tengan sus colecciones, como buen sevillano, lo pone en esta ocasión con un calzado con el que se podría ir perfectamente al Rocío. Un potente intento el de Mans para cambiar el chip de los hombres en cuanto a moda se refiere, aunque la figura referencia para la firma no puede ser más clásico a la par que atemporal: James Dean.

Arquitectura y moda

La veteranía la puso la granadina Pilar Dalbat. La diseñadora celebró las dos décadas en el sector textil reuniendo las piezas más características y atemporales de su trayectoria profesional en una revisión muy atractiva en el que el escenario, el Salón de Bóvedas de la Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor, iba que ni al pelo por su gusto en fusionar arquitectura y moda.

En su colección destaca la austeridad de los abrigos y capas que mezclan tejidos metalizados y borrego vegano con las piezas hechas a mano en materiales habituales de la firma como el neopreno, el punto de seda, paños de cachemir, organza de seda natural o los crepes de gran caída y movimiento. Otro de los puntos distintivos de la casa es la técnica de bordado que combina pelo de mutón y apliques en cristal, cuarzo y metacrilato cosidos a mano en una propuesta versátil que aúna siluetas extra grandes y femeninas. La firma volvió a contar con la artista plástica María José Rodriguez para reemplazar los estampados de las prendas por pinturas hechas a mano en seda. Una elección de elementos figurativos que, desdibujados, dan lugar a una mezcla de colores que hablan sobre los atardeceres de la Plaza Mayor de Madrid: naranja calabaza y morado intenso.

Un martes muy andaluz que dará paso a jornadas maratonianas de pasarela en Ifema – Feria de Madrid hasta el domingo, cuando los creadores nóveles mostraran sus propuestas para cerrar una intensa semana de moda española.

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