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Sebrango. Marcos González trata de canalizar el agua en una calleja de Sebrango.

Sebrango mira de nuevo al argayo

Las fuertes lluvias de los últimos días han hecho que las calles del pequeño pueblo desalojado estén prácticamente anegadas por el agua

PEDRO ÁLVAREZ

Domingo, 1 de febrero 2015, 08:11

Ha pasado año y medio desde que en junio de 2013 un argayo de grandes proporciones cambiara la vida por completo de los tres vecinos de la localidad de Sebrango, en el municipio de Camaleño. Marcos González y su hermana Francisca, junto con su madre, Ricarda, tuvieron que salir del pueblo ante el grave peligro que suponía el avance del desprendimiento. Estos días, ante la gran cantidad de agua acumulada en la zona debido a las fuertes lluvias que ha sufrido la comarca, el miedo ha vuelto a hacer acto de presencia.

"El agua ha bajado de una forma impresionante el pasado viernes desde la zona del argayo -explica Marcos González- y ha descendido junto a nuestra vivienda, arrastrando piedras y tierra por todas las callejas del pueblo camino de la localidad de Los Llanos, donde ha llegado a inundar varias viviendas".

El viernes, ante la fuerza de las aguas que llegaban al pequeño pueblo abandonado y amenazaban la vivienda familiar, Marcos y su hermana tuvieron que reforzar la entrada de la casa. Francisca no entiende cómo se cambió el curso de la riega natural del pueblo, que "descendía a la zona de la ermita y que luego bajaba por la Argayá a verter sus aguas al río Deva, pasando a llevarlo por medio de tuberías al lado contrario del pueblo, encima de nuestra casa. Ahora se ha visto que a pesar de lo que en su día dijimos los vecinos del concejo a los técnicos, no se tuvieron en cuenta nuestras opiniones".

En Los Llanos la situación se volvió peligrosa la noche del pasado viernes, ya que a la fuerte crecida del río Deva, que provocó inundaciones en toda la vega alrededor del cauce, se unió la fuerza con que descendía el agua desde Sebrango por los prados abajo.

José Guerra, una de las personas más ancianas de la localidad, vio cómo el local donde hace años tuvo su fragua, así como una huerta y un colmenar, sufrían directamente el embate del agua. Rubén de la Puente, que cuenta con una oficina en el pueblo, tuvo que reforzar la entrada a las puertas para evitar la llegada del agua.

Llegan los problemas

El joven Raúl García, vecino de Los Llanos, reconocía que «no se han hecho las cosas bien. Ahora vienen los problemas. Por la zona donde se han producido las inundaciones bajaba agua a Los Llanos, pero de una forma normal, y nunca se había producido la situación vivida por nosotros en la noche del viernes".

Por su parte, Óscar Casares, alcalde del municipio de Camaleño, estaba preocupado por la situación vivida en la localidad de Los Llanos. "El fuerte aumento del río Deva, que ha anegado toda la vega, junto con la fuerza con que bajaba el agua desde el pueblo de Sebrango, es algo que nos ha tenido preocupados durante toda la noche del viernes. Parece que el agua baja ahora con menor caudal. Hemos tenido muchas incidencias en diversas localidades como Pido, Espinama, Cosgaya o Redo, provocadas todas ellas por inundaciones y argayos. Ahora, habrá que valorar todos los daños", concluyó.

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