Absentismo = Insatisfacción
Una de las necesidades más importantes es el reconocimiento
Llevo un tiempo tratando de concienciar a instituciones, empresas y organismos de que el absentismo que padecemos en España, con especial incidencia en toda la ... cornisa cantábrica, tiene unas raíces diferentes de las que se están tratando de extirpar. No dispongo de espacio suficiente para exponer todo lo que quisiera, pero sí que estoy en condiciones de afirmar, con datos en la mano, que algo más del 50% del absentismo se debe a causas vinculadas con la insatisfacción laboral y emocional de los empleados de un organismo o de una empresa. En unos foros se culpabiliza, de esta situación, a la legislación laboral, en otros se culpa a la sanidad laxa que permite bajas laborales injustificadas, en otros a determinados empleados y sus prácticas improcedentes, abusando de estos dos factores anteriores y, en otros, a la presión de algunos empresarios con cargas de trabajo poco soportables.
En mi modesta opinión la raíz del absentismo (vinculado con lo que ahora se denomina salud mental) es la insatisfacción de los empleados por motivos muy diversos, entre los que se pueden destacar promesas incumplidas, escasa empatía con el empleado en determinadas circunstancias, síndrome de burnout (quemado), falta de reconocimiento o descalificaciones en algún momento de la historia laboral de una persona, incomprensión de determinadas circunstancias personales, en un momento concreto de la historia laboral de una persona, agravios comparativos, etc. En definitiva, todo esto no es más que insatisfacción laboral que, en un primer momento, se traduce, si el empleado es valioso, en reclamaciones de mejores condiciones económicas por su trabajo y que, cuando éstas ya no dan más de sí, la compensación de esa insatisfacción se traduce en tiempo disponible, que no es otra cosa que el absentismo.
Ante este escenario lo que uno puede pensar es que el principal perjudicado es la empresa o el organismo, que sí que lo están, pero también el empleado, que recurre en muchos casos, de manera inconsciente, a esta compensación, que también lo hace con insatisfacción y, cómo no, estaría encantado de trabajar, pero sintiéndose valioso y reconocido en su trabajo. Maslow lo decía: una de las necesidades más importantes, en la pirámide de cualquier persona, es el reconocimiento y cuando éste no se tiene o se siente que no se va a tener nunca, se busca compensar del mejor modo posible. Y ¿cuál es la solución a esta problemática? Primero, que en las empresas se haga una autocrítica y se reconozca por qué pasa esto, sin personalizar en nadie y, en segundo lugar, llevar a cabo intervenciones persona a persona, tratando de encontrar la causa de ese comportamiento de modo individual y con soluciones, también particulares, para cada persona. El objetivo final es que todos ganemos.
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