Cambios a la velocidad de la luz
ENTRE PARÉNTESIS ·
Heráclito comprendió hace siglos que lo único estable que existe es el constante cambio de las cosas y Einstein descubrió que la velocidad de la luz es el único elemento invariable del universo
Me siento prehistórico. No sé si ha sido buena la idea de asistir al taller de la Asociación de Periodistas de Cantabria sobre 'La comunicación ... en las administraciones públicas: pasado, presente y metaverso'. Y no lo digo por la profesora, la periodista Amalia López Acera, cuya soltura y conocimientos nos ayudaron a comprender hacia dónde debería ir la comunicación de las instituciones, que como ocurre con todas las grandes moles, cuesta moverlas de los profundos asentamientos en los que a menudo descansan sus anquilosados pilares.
Cuando tomé contacto con el mundo de los ordenadores y su imparable simbiosis con internet, ya presentí los grandes cambios que se avecinaban en la comunicación. ¿Pueden imaginarse lo que significó aquello para alguien que ha conocido la distribución de las notas de prensa con motoristas y quedó impresionado con el fax y las máquinas de escribir eléctricas de diminutas pantallas digitales? ¿Qué les voy a decir de las páginas web, los correos electrónicos y los teléfonos inteligentes con máquinas fotográficas, videos y grabadoras? Hasta nos hemos adaptado a la aparición de las redes sociales desenvolviéndonos, más o menos, en territorios de Whatsapp, Youtube, Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn, Telegram... Pero Amalia nos habló de la irrupción de otras redes sociales (BeReal, TikTok, Twitch, Snapchat, Reddit, Tumblr, Tagged), de las posibilidades del metaverso y de todo un nuevo mundo digital que nos acecha. Vértigo tengo, porque esto va demasiado deprisa. Heráclito comprendió hace siglos que lo único estable que existe es el constante cambio de las cosas. Muchos años después, Einstein descubrió que la velocidad de la luz es el único elemento invariable del universo. Me ha faltado la lección de Amalia para comprender la fatal combinación de ambos elementos de estabilidad de nuestra existencia: el cambio constante (Heráclito) a la velocidad de la luz (Einstein) que estamos imprimiendo a la comunicación (Amalia) para sentirse prehistórico (Raúl).
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