La mano del muerto
James Butler Hickok, apodado Wild Bill, jugaba el 2 de agosto de 1876 al póker en el salón Nuttal&Mann's en Deadwood. Pero ese ... día había cometido un grave error. En aquella época, entre jugadores era costumbre sentarse a la mesa con la espalda cerca de la pared para prever posibles agresiones, algo frecuente en aquellas partidas. Pero Wild Bill no tomó esa precaución y, como en aquel salón había una puerta trasera, por dicha puerta apareció un pistolero que le disparó por la espalda. Se cuenta que Wild Bill murió con una doble pareja de ases y ochos en la mano, y desde entonces a esta mano se la conoce como 'la mano del muerto', y se entiende que da mal fario al que la porta.
A la inteligencia artificial le han preguntado qué opina sobre la mala suerte. Y ha contestado que hay que distinguir los acontecimientos sujetos al mero azar y aquellas actitudes que atraen el infortunio, por ejemplo: el pensamiento negativo, la falta de organización, las relaciones tóxicas, el descuido de la salud y la resistencia al cambio. Viene a decir que si te vas a tirar con paracaídas y tu paracaídas lo ha preparado Carlos Mazón, la mala suerte te va a rondar. Que si tienes enemigos mortales en un mundo donde todo dios va armado, y das la espalda a una puerta trasera, te convertirás en un imán para las balas.
También en póker, hay un término, proveniente del anglicismo 'tilt', llamado 'tildarse'. Uno se tilda cuando su frustración por los malos resultados provoca un estado de mala leche contra algo o alguien que te impide pensar con claridad. Al final, la mala suerte viene a ser una mezcla de necedad ocasional o innata, y un don para tildarse a la mínima: la verdadera mano del muerto.
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