Mientras duermes
En el sueño la actividad muscular de tu cuerpo se atenúa, sobre todo en los primeros 90 minutos
Uno de los capítulos del funcionamiento de nuestro cerebro sobre el que menos se sabe es el relativo a qué sucede en nuestro cerebro en ... el sueño, mientras dormimos. Hay escritos ríos de tinta al respecto, pero desconocemos buena parte de lo que nos sucede y porqué nos sucede en esa fase del día. Es cierto que necesitamos descansar el cuerpo, parece ser que las neuronas se reorganizan como lo hiciera el disco duro de un ordenador cuando se compacta la información, en una sola parte de este. También sabemos que nuestra conciencia experimenta las sensaciones del sueño con toda la intensidad como si realmente lo estuviéramos viviendo en realidad, es el llamado sueño REM o cuando soñamos y vivimos en una especie de realidad paralela.
Mientras duermes la actividad muscular de tu cuerpo se atenúa, sobre todo en los primeros 90 minutos en los que nuestro cerebro entra en 'coma'; es decir las ondas cerebrales que se mueven en ciclos por segundo, en esos primeros compases del sueño, son las mismas que las de una persona que está en coma, entre 0,2 y 4 Hz de 'electricidad' que se mueve en ondas y que representan la actividad de nuestras neuronas, con los pequeños impulsos eléctricos que ellas generan; son ondas Delta y también las Theta, que son las más frecuentes en esos momentos de descanso. Después nuestro cerebro en los primeros tiempos de lo que llamamos 'sueños' se mueven en ondas alfa, que nos proporcionan toda la verosimilitud que recordamos al despertar. En cuanto a su significado, Freud en 'La interpretación de los sueños' destacaba que estos eran, básicamente, la realización de nuestros deseos no conseguidos en la vigilia, en la vida real.
Pero, déjame fantasear un poco en un terreno casi tan desconocido como la vida después de la vida. Quizá los sueños, mientras duermes, sean la puerta de acceso a un mundo más espiritual, quizá ahí es donde somos capaces de, trascendiendo las limitaciones físicas, adentrarnos en nuestros cielos e infiernos. Quizá los sueños nos sirvan para comunicarnos con la mente (no olvidemos que nuestro cerebro produce energía y electricidad) de otras personas o con ese destino universal y espiritual en el que muchos creemos. Quizá mientras dormimos accedemos de manera natural a nuestro subconsciente (que es el que regula el 95% de nuestra existencia) y así podemos ser capaces de entender todo lo que nuestro cerebro ha ido captando a través de nuestros sentidos. En cualquier caso la Historia nos ha dado a conocer los sueños del faraón con sus vacas gordas y flacas. Si sueñas y recuerdas lo soñado, tómate un tiempo para tratar de entender, siendo conscientes, como Calderón de la Barca, que los sueños, sueños son.
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