Prohibir, multar y recaudar
Todo es prometer antes de meter y olvidar lo prometido después de haber metido (el voto en la urna)
¿Sabe cual es el principal problema que tenemos los administrados, por el gobierno de turno, en este país? ¿El principal enemigo? La memoria. Se ... nos olvida todo lo que nos prometieron días antes de votar. ¿Cree que alguien se acuerda de los motivos por los que votó a tal o a cual partido? Salvo que estemos abonados a un modo de seguir el pensamiento de otros, es prácticamente imposible que recordemos promesa alguna de las cientos que nos hicieron. Todo es prometer antes de meter y olvidar lo prometido después de haber metido (el voto en la urna).
El segundo gran enemigo es que los que tenemos algo que proteger (una empresa, un negocio como autónomo, una vivienda o un noble trabajo) no nos manifestamos frente a un gobierno opresor, mientras que quien nada tiene que perder se echa a la calle a la primera de cambio. Todo ello con independencia de los que no pueden valerse por si mismos, para esos estamos todos con nuestro dinero, tiempo y generosidad. ¡Faltaría más!
Y a las sanguijuelas de la Administración ¿qué es lo que más les gusta? Prohibir, multar y recaudar. Prohibir para limitar los derechos de los que tenemos criterio para sentirnos personas independientes y para someter, con el bastón de mando, imponiendo lo que ellos, y sólo ellos, consideran que es ley. Es mejor prohibir a las mentes adocenadas que educar, formar e informar para aportar cultura de comportamiento. Multar es la gran consecuencia de la prohibición y, haciendo rima, es un maravilloso modo de recaudación; en este caso la indefensión del multado frente al monstruo de la Administración es absoluta. Aquí no hay David que valga contra el Goliat de los todopoderosos. Y, como consecuencia de lo anterior, a recaudar, a engrosar buenos caudales para cubrir las carencias de la pésima gestión de la cosa administrada
¿Dónde pone que con mi voto pueden prohibir lo que mejor les convenga a ellos y no a mi? ¿Quién consigue y, sobre todo, cuándo, que la Administración pague por los errores que ha cometido? La Administración no se equivoca nunca, no se le puede prohibir nada. ¿Quién es la Administración? Políticos, gobernantes y funcionarios con la ley que interesa en la mano.
Si soy alcalde, más aún si lo voy a ser durante cuatro o cinco legislaturas, me puedo permitir el lujo de hacer y deshacer con la ciudad pues a mi no me van a afectar las normas que impongo. Me gustaría ver el listado de las multas de tráfico o de las sanciones de cualquier punto impuestas a estos tres colectivos... Entre bomberos no nos podemos pisar la manguera ¿verdad?
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