Autoritarismo, propaganda y retrocesos en Piélagos
El abandono de proyectos heredados del anterior equipo de Gobierno ha sido permanente, deliberado y sectario
Cuando el Partido Popular logró la mayoría absoluta en 2023, prometió estabilidad y buena gestión en Piélagos. Dos años después, lo que encontramos es un ... gobierno autoritario, sin planificación, desconectado de las verdaderas necesidades de los vecinos y centrado exclusivamente en la propaganda.
El alcalde y diputado, Carlos Caramés, comenzó su mandato con un intento de modificar el Reglamento Orgánico Municipal para crear un grupo mixto en el que ubicar a tres partidos de la oposición: AVIP, Vox y el PRC. El objetivo no era otro que silenciar a una buena parte de la oposición, incluso con carácter retroactivo, una pretensión que roza la inconstitucionalidad. Desde entonces, el desprecio al Pleno y la concentración de poder en su persona han sido constantes. Primero, se arrogó todas las competencias plenarias que la ley permite, menoscabando la institución que representa a todos los vecinos. Después, absorbió las también las competencias de todas las Juntas Vecinales.
La segunda gran decisión del equipo de Gobierno del Partido Popular que lidera Caramés fue una subida de sueldos, incluido el del propio alcalde, los concejales que le acompañan y los cargos de confianza. Justificó el incremento de las retribuciones con una supuesta reducción de concejalías, pero lo único cierto es que el gasto total del gobierno ha aumentado. Desde entonces, el alcalde de Piélagos y su equipo se han beneficiado de hasta cuatro subidas ligadas a los incrementos salariales del funcionariado, al mismo tiempo que han aplicado recortes en los servicios públicos y subidas de tasas a los vecinos. La tasa de basuras, por ejemplo, aumentará un 68 por ciento, pero el equipo de Gobierno no ha ofrecido alternativas que mitiguen el impacto económico de esa subida sobre las familias.
Ante problemas estructurales como el encarecimiento del transporte escolar, el Ayuntamiento de Piélagos optó por medidas improvisadas, desviando fondos de los grupos municipales, sin un plan serio para mejorar el transporte público entre pedanías. Tampoco ha mostrado voluntad política para solucionarlo.
El abandono de proyectos heredados del anterior equipo de Gobierno ha sido permanente, deliberado y sectario. Han paralizado o retrasado iniciativas como la ludoteca de Renedo, el puente Viejo entre Arce y Oruña, el centro cultural y el polideportivo de Puente Arce, o la reurbanización de La Edesa en Quijano. Este bloqueo político solo encarecerá los proyectos y pospondrá las soluciones que esperan los vecinos.
Mientras tanto, el Gobierno del PP se obsesiona con inaugurar parques para hacerse la foto y ha convertido la web municipal en un altavoz de propaganda. Pero tanta imagen no puede ocultar el deterioro de servicios esenciales, como los consultorios médicos. El de Boo estuvo más de ocho meses sin médico, atendido únicamente por una enfermera. A pesar de las reiteradas peticiones de los vecinos y del Grupo Regionalista, el equipo de Gobierno se negó a habilitar un transporte que facilitara el acceso al centro desde Renedo y Arce. Hoy, un año después, los vecinos siguen siendo atendidos en un barracón.
Las promesas sociales se han quedado en titulares vacíos. El centro de mayores no ha avanzado y el programa 'Piélagos te acompaña', destinado a personas vulnerables, apenas ha tenido repercusión. La soledad no deseada sigue sin respuesta institucional.
Las fiestas municipales también han sido reflejo de la improvisación: comidas de calidad deficiente, actividades sin participación –'PasaxPiélagos' es un buen ejemplo– y falta de coordinación con el tejido comercial y asociativo.
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que el PP exigía con urgencia cuando estaba en la oposición, fue aprobado provisionalmente en julio de 2023 y devuelto por la Crotu en noviembre. Desde entonces, ni ha habido avances, ni se ha sometido a información pública. El alcalde y su equipo esconden la parálisis tras excusas.
Lo más preocupante, sin embargo, es el modo de gobernar: se ignoran las propuestas de la oposición, se desprecia el diálogo y se utiliza la mayoría absoluta para imponer decisiones sin escuchar a nadie.
Hoy Piélagos no avanza. Se disfraza, se fotografía, se maquilla... pero no progresa. Y lo más grave: empieza a retroceder. Por eso, desde el Grupo Municipal Regionalista seguiremos defendiendo otra forma de hacer política: con diálogo, con proyectos reales, con transparencia y, sobre todo, con respeto a las personas.
Porque Piélagos merece mucho más que un gobierno que gobierna solo para sí mismo.
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