'Ellas en la ciudad'

Bloques que nunca saldrán en un anuncio turístico de la Junta de Andalucía, pero que constituyen el paisaje vital para una mayoría de sevillanos. De entre todos sus habitantes, la directora se fija en las mujeres mayores, que llegaron en los 70 procedentes del campo o de otros barrios para criar a sus familias. Siguen siendo las que barren el portal, las que charlan a la fresca, las que van con el carrito a la compra. El sostén de un entorno diseñado por hombres que nunca las tuvieron en cuenta.

'Ellas en la ciudad' demuestra que la arquitectura condiciona nuestra vida. Y que la agitación asociativa y política que vertebró muchos barrios necesitados de servicios es, por desgracia, cosa del pasado. Los bajos de un edificio que albergaron reuniones de vecinos y cenas de escalera hoy están vallados. Los nuevos inquilinos ya no se conocen ni hablan entre ellos.

La lucha invisibilizada de nuestras madres y abuelas por hacer vivible un entorno hostil no solo se dio en la periferia de Sevilla, sino en la de todas las grandes ciudades en expansión desde los años 60. Antes de que el acoso del turismo, la gentrificación y la especulación inmobiliaria terminen con los barrios, era necesaria una reivindicación de las mujeres que los levantaron.