El vallado reforzado del encierro de Ampuero, sin colocar tres años después
Fabricados por los alumnos de la escuela taller, los nuevos pilares, más seguros que los actuales, permanecen almacenados desde 2018
El Ayuntamiento de Ampuero se propuso en 2012 mejorar de forma progresiva y por tramos el vallado del encierro sustituyendo esta estructura por otra más ... segura, basada en pilares metálicos. Ese año se abordó el tramo considerado más débil, el de la farmacia, y en el 2018 los alumnos de la escuela taller puesta en marcha a través del convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Ampuero y la Fundación Bien Aparecida de Actividades Socioeconómicas (Faase) realizó otra parte.
El proyecto fue una iniciativa de la Asociación Cultural La Encerrona, que puso sobre la mesa la necesidad de disponer de un vallado más seguro. Pero lo cierto es que tres años y dos encierros después, los elementos de sujeción siguen almacenados en las instalaciones de Faase sin que hayan sido colocados.
El alcalde de Ampuero, Víctor Gutiérrez, afirma que al vallado le falta por corregir unas pletinas para su anclaje al suelo y matizó que no se trata del vallado completo, sino del correspondiente a la zona de La Nogalera. Gutiérrez hizo referencia a una reunión mantenida entre el Ayuntamiento y una representación de la fundación en 2019 para transmitirles la necesidad de esa corrección, que asegura que corresponde a la fundación.
Por su parte, Miguel Ángel Garzón, como representante de Faase, denuncia la «falta de voluntad política» para instalar los elementos de seguridad. Garzón explica que son unos postes metálicos donde se meten unos tablones, «una forma de colocarlo rápido y seguro», y que actualmente están hechas unas cajas que se insertan en los huecos de las aceras donde van los postes verticales. Faltaría, según Garzón, hormigonar estos registros de las aceras para ajustarlos a la medida de los pilares. «Está hecho, está ahí y noto un desprecio impresionante por parte del Ayuntamiento», aseguró.
Para el presidente de La Encerrona, Carlos Ruiz-Ocejo, el vallado «es una inversión en seguridad y también en imagen». Se refirió además a la colocación del actual, que se monta «como un puzzle» donde cada pieza debe ir colocada en su sitio.
Desde la agrupación taurina son partidarios de hacer una infraestructura universal en la que cada poste y cada larguero se puedan poner en cualquier sitio, salvando algunas zonas más complejas como las curvas, y animan a aprovechar las obras de la calle El Comercio para adecuar los registros de las aceras donde se instalan los pilares y recuperar así este vallado mejorado.
Precisamente, las obras de esta calle han despertado cierta inquietud entre los corredores del encierro debido a que està previsto instalar cuatro badenes. «Hay muchos que están muy en contra, pero será hasta que nos hagamos a ello», indicó 'Wuis' Cascón. Prefiere correr sin ellos, pero «sí me gustaría que, ya que los van a poner, que no sean muy pronunciados y se hagan alargados». Para Borja Cavia «es evidente que, por muy bajo que sea un badén, en una carrera delante de un toro es un obstáculo, y los novillos también lo pueden notar». Advierte que «lo importante es fijarse antes de empezar y calcular». «No vamos a dejar de bajar a la calle por ello y más con las ganas que hay de volver a hacerlo», indicó.
Más opiniones
Alberto Cascón, corredor habitual del encierro, alude directamente al título de los actos como Fiesta de Interés Turístico Nacional. «Todavía no se ha celebrado esta distinción y ya hacemos un cambio en el recorrido con el que nos han dado el reconocimiento». En cuanto a la seguridad afirma que «con la acera que hay, que tiene bordillo angular, yo me caí y tengo cicatriz. Como para que pongan un salto encima».
Por su parte, Iñaqui González, pastor de los encierros ampuerenses desde hace diecisiete años, apela igualmente al título de Interés Turístico Nacional. «Si empezamos a poner trabas al encierro, nos lo cargamos y, si queremos un encierro digno, lo de los badenes habría que estudiarlo», dijo al tiempo que planteó la posibilidad de instalar un resalto de goma que se pueda retirar para la carrera. Además, remarcó que para los corredores «no serán cuatro pasos elevados, sino ocho», aludiendo a carácter de ida y vuelta del encierro de Ampuero. En cuanto al vallado, considera que las obras son «una buena oportunidad para tener el vallado en condiciones para que no pase nada», ya que, a su juicio, «está obsoleto desde hace muchos años». Otro de los pastores, Miguel Reta, destaca que «cualquier desnivel, por mínimo que sea, tiene su peligrosidad», aunque «más desnivel que el puente que tenemos del río y ahí está...». Para Reta, el mayor miedo es que un toro se quede solo, «pero nos tendremos que adaptar a lo que haya».
El alcalde de Ampuero defiende la instalación de los badenes que, a su juicio, «no son significativos» porque no serán muy elevados, sino que serán similares a los existente en el mismo vial, en el tramo entre la rotonda del Toro y el cruce hacia la plaza de toros. «Casi ni se notan y facilitan el tránsito de personas con movilidad reducida».
Gutiérrez se reafirmó en que «no va a haber problema en el encierro porque se está mirando con lupa para que la seguridad siga primando».
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