El deterioro en los huertos urbanos de Reocín obliga a cambiar las normas de uso
Tras las denuncias por el abandono del espacio ubicado en el pueblo de Helguera, las parcelas serán sometidas a una reorganización
La finca que alberga los huertos urbanos de Reocín, ubicada en Helguera, presenta tal estado del degradación que el Ayuntamiento celebrará un encuentro con sus usuarios para reestablecer sus normas de uso. El deterioro es evidente porque, por ejemplo, las parcelas no pueden verse desde fuera del recinto debido a la altura de las hierbas del entorno. También por el acceso, ya que para entrar no es necesario abrir el portón que cierra la finca, pues se encuentra tirado en el suelo.
La realidad es que el huerto urbano está mal conservado. Como explica uno de sus usuarios, Castor Salam, la portilla «se cayó porque las bisagras se estropearon y pesa mucho». Y desde entonces yace sobre el terreno.
Salam cuenta con una parcela desde el inicio del funcionamiento de la iniciativa. Cuida de su espacio como muchos otros, pero denuncia que hay otras zonas ocupadas por personas que «no lo quieren dejar, pero tampoco lo usan, ni dejan que plante nadie, así se crían ratones, caracoles y bichos». Este vecino acude todos los años al Consistorio para solicitar su cuadrícula y la de su hija, pero según explica el alcalde, Pablo Diestro, «hay personas que no lo hacen y aún así las siguen utilizando, por lo que hay que establecer una regulación». El regidor también habla de una comunidad que se había creado entre los adjudicatarios de los huertos para cuidar del espacio: «Ellos tienen que asumir alguna responsabilidad, ya que el terreno se cede gratuitamente, con el agua incluida».
Los usuarios se niegan a mantener las zonas comunes aunque se les exige que asuman esa responsabilidad
No obstante, los usuarios explican que limpian sus parcelas y que se niegan a hacerlo en la finca entera. «Las parcelas atendidas están cuidadas y limpias», comenta Salam. También lamenta que el entorno «es grandísimo y hay mucho que limpiar». Así las cosas, el alcalde acepta que el Ayuntamiento lo hará para dejarlo «en condiciones», pero «a partir de ahí, tendrán que encargarse ellos». Además, Diestro expone que ahora se va a revisar qué huertos están ocupados para volver a dar publicidad a los que no lo están, «por si hay más gente interesada en utilizarlos».
La adjudicación, planteó el alcalde, se realizó hace años y «no se ha hecho la revisión anual». A partir de ahí, se establecerán unas normas de convivencia de los usuarios. La concejala de Vox, Raquel Pérez, ha denunciado públicamente el estado del entorno, «fiel reflejo de cómo se encuentran los espacios públicos del municipio, degradados hasta el punto del abandono y la decadencia». Contrapone la situación actual con la de hace diez años, «una etapa donde se consiguió, a través de estos huertos, dar trabajo, tener un entorno cuidado y recoger la cosecha para repartir entre los que lo necesitaban».