Camargo iniciará en un mes la obra del aparcamiento de La Vidriera

La transformación que plantea el Consistorio es importante. Sin renunciar a la comodidad que ofrece el aparcamiento para los vecinos y visitantes del municipio, el equipo de gobierno quiere dar le una presencia relevante a la vegetación. Tendrá charcas para anfibios, zonas verdes en los caminos peatonales y otro espacio entre el camino principal y el aparcamiento, planteado como un área diáfana apta para un abanico importante de posibilidades, desde la práctica deportiva y artística hasta la celebración de un mercadillo, un determinado festejo o una exposición relacionada con La Vidriera.

De hecho, y particularmente en el trecho que existe entre el centro público hasta el parking, el Consistorio contempla también desarrollar una zona preparada para realizar actividades complementarias. El lavado de cara del entorno del centro cultural genera ilusión dentro y fuera del equipo de gobierno, que se propone proyectar el nuevo entorno de La Vidriera en claro contraste con el pulmón industrial próximo a la zona. Es decir, alternar las funciones propias del estacionamiento con las de un entorno amable y 'humanizado' a modo de unión entre la senda de la ría del Carmen y el carril bici Santander-Astillero. Los detalles de la intervención dan una idea de ese resultado. La creación de ese eje peatonal y ciclista es uno de las grandes cambios que rigen esta transformación. El nuevo camino se propone crear un itinerario amplio entre el norte y el sur, una vía apta para peatones y ciclistas a caballo entre la estampa de la ría, al sur, y la urbanización del casco urbano de Maliaño-Muriedas, al norte.

Inicialmente concebido con vistas a 2020, el desarrollo lógico de la remodelación completa del aparcamiento se ha visto duramente afectada por la pandemia de covid, que obligó desde el principio a retrasar todos los pasos posteriores al acondicionamiento del terreno a cargo de la compañía Citygrove a inicios del año pasado.