Castro celebra el décimo aniversario de la iglesia de Santa María como Patrimonio de la Humanidad
Los actos tendrán lugar este sábado 5 de julio por la tarde en el templo
El Ayuntamiento de Castro Urdiales, a través de la Concejalía de Patrimonio, invita a vecinos y visitantes a participar en los actos conmemorativos del décimo aniversario de la Declaración de la Iglesia de Santa María de la Asunción como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que tendrán lugar este sábado, día 5 de julio.
El programa se iniciará a las 20.30 horas de la tarde con una misa cantada en el templo a cargo del Coro de Cámara de Islares. A continuación, se descubrirá una placa conmemorativa que dejará constancia de esta efeméride en la historia de la iglesia y de la ciudad.
En el evento participarán representantes de la Asociación Amigos de los Caminos de Santiago del Norte en Cantabria, cuya labor «ha sido fundamental en la conservación y promoción de este patrimonio». Así lo ha indicado la edil del área, Dely Vélez, quien ha recordado que la declaración supuso en 2015 la entrada de la iglesia como uno de los 16 inmuebles que forman parte de la ampliación del Camino de Santiago del Norte Peninsular en la Lista de Patrimonio Mundial.
La iglesia
Es una «joya» del patrimonio histórico y cultural de la localidad. Su construcción comenzó en el siglo XIII y se extendió a lo largo de varios cientos de años más. Según Vélez, «es un exponente único del gótico marinero en la cornisa cantábrica». Su declaración como Patrimonio de la Humanidad hace diez años supuso para la concejal «un reconocimiento internacional a su valor artístico, histórico y cultural, consolidando a Castro Urdiales como un referente turístico y patrimonial de primer orden».
Así, el templo ejemplifica aspectos relevantes de la historia de las rutas de peregrinación jacobea del Norte de España. «A lo largo de once siglos, los Caminos de Santiago han sido una de las vías de comunicación más influyentes y reconocidas de Europa. En 2004 el Camino de Santiago recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por el hecho de ser «un lugar de peregrinación y de encuentro entre personas y pueblos que a través de los siglos se ha convertido en símbolo de fraternidad y vertebrador de la conciencia europea»», indica la titular de Patrimonio.
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