«Cuando llegamos el barco ya estaba incendiado, no había nada que hacer»

Me llamaron a casa ayer a las diez y cuarto de la noche que había un barco con fuego y para cuando llegamos ya estaba incendiado, no había nada que hacer», explica este martes en Castro Urdiales José Manuel, jubilado y muy ligado a la mar, junto a su embarcación con la popa calcinada. Fue patrón de pesca en Castro Urdiales y ahora, todavía muy vinculado, sigue navegando «mucho».

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Según cuenta, el fuego se habría originado en una embarcación cercana con la mala suerte de que, al romperse el amarre, las llamas se propagaron hasta otros dos barcos de recreo. Uno era el suyo. «Le dio al mío y ardió», señala José Manuel al tiempo que aclara el barco en el que se inició el fuego era «el primero de la fila, se soltó, se fue para atrás y fue incendiando a los demás». Al final, la embarcación en la que se desató el foco se fue a pique «en la punta» del rompeolas de Castro Urdiales. Igual que una tercera embarcación que, según detalla José Manuel, «era un velero que también estaba amarrado».

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Al llegar poco pudieron hacer los bomberos, que atracaron el barco al rompeolas para que no se hundiera y, una vez extinguido el fuego, sacaron este Antioche 700 del agua.

«No sabemos las causas ni conocemos al dueño tampoco», contaba en el muelle San Guillén este martes José Manuel sin saber todavía los detalles de lo sucedido apenas unas horas atrás y con la preocupación del porvenir de su embarcación: «Sí, tengo seguro, pero ya sabes cómo es esto de los seguros...Ahora en el dique seco, a ver si cogemos otro barco».