La draga actúa por primera vez en el nuevo puerto de Laredo para retirar lodos

Los trabajos responden a una vieja aspiración de la Cofradía de Pescadores San Martín de Laredo. Su patrón mayor, César Nates, explica que, hace aproximadamente cuatro años, ya advirtieron sobre la acumulación de arenas en determinados puntos de la dársena pesquera. «Nos había dado problemas en la costera del bonito, porque se enturbiaba mucho el agua cuando estábamos en bajamar con el movimiento de las hélices de los barcos», remarca Nates. También añade que «era visible que se estaba formando una especie de playa en la zona del travelift, indicador de esa acumulación de arenas».

En aquella ocasión, desde la Cofradía de Pescadores solicitaron la realización de una batimetría para observar la realidad de los calados. «La hicieron y vieron que era cierto lo que les decíamos, por lo que comenzaron a planificar esta actuación». El patrón mayor se muestra satisfecho al constatar que se va a recuperar «el calado óptimo del puerto, que es el que existía cuando fueron inauguradas las instalaciones». Según Nates, «Llevábamos trece años sin ningún tipo de mantenimiento en este apartado y, por tanto, era una actuación necesaria y lógica». Para abundar en el argumento, comenta que recientemente «un barco tocó fondo en la zona de las boyas, al maniobrar en bajamares grandes, y esas situaciones tenemos que intentar evitarlas».

Resulta revelador el informe que establece la comparativa entre las cotas de calado de fondo marino existentes en el momento en que se estrenó el nuevo puerto pesquero-recreativo y las obtenidas durante los estudios que han dado paso al proyecto. Así, en la bocana la cota ideal es de entre -5.50 y -6 metros, mientras que en la actualidad hay una acumulación de arena apoyada en el contradique que hace que la cota oscile entre los -6 metros y los -2 metros. Respecto a la dársena pesquera, frente al ideal de -5.50 metros, en la actualidad hay -5 metros, e incluso se ha rebajado a -4,50 en la zona de los muros del travelif y del espigón. Finalmente, en la zona de la dársena deportiva más exterior, frente a una cota de estreno de -4,00 metros, ahora mismo se ha quedado en -3,50 metros. En el resto de puntos de la dársena (la deportiva más interior, y la antigua de puertos) las oscilaciones son apenas relevantes. Por todo ello, el proyecto tratará de garantizar en la zona de la bocana un calado de entre -5,50 y -6 metros; de -5,50 en la dársena pesquera. Y de -4 metros en la dársena deportiva más exterior.

Las labores se realizan mediante una draga de succión que, mediante un chorro de agua a alta presión, absorbe el agua con la arena de fondo y lo vierte en una cántara propia para, posteriormente, transportarlo y verterlo en el punto determinado dentro del plan de actuación. Si en algún momento fuese preciso, se proyecta el desmontaje de la totalidad de los fingers, pantalanes y pasarelas existentes.