El juez anula la designación del sargento jefe accidental de la Policía Local de Laredo

La sentencia anula dicho nombramiento, retrotrae las actuaciones a la fecha de inicio del procedimiento y dispone que el puesto deberá recaer en el demandante, «por ser el aspirante con mejor derecho». Todo ello tomando como criterio que no se habrían aplicado correctamente las bases de la convocatoria en la valoración de los méritos de los aspirantes.

Aunque el alcance de la sentencia se circunscribe a aquel periodo vacacional, todo apunta a que servirá de base para resolver el recurso administrativo pendiente desde el pasado mes de enero, tras producirse la jubilación del anterior titular de la plaza, Juan Carlos Veci, y activarse el consiguiente procedimiento para nombrar a su sustituto.

Eso sí. El contencioso sólo se cerrará de manera definitiva cuando el Ayuntamiento de Laredo saque a concurso la plaza en propiedad. Mientras tanto, los dos protagonistas tratan de que sus legítimas aspiraciones no afecten al buen ambiente que reina en el seno de la Policía Local. Y del que ellos son claros exponentes, con una trayectoria paralela que les vincula desde que en 1997 accedieron en la misma promoción a la condición de agentes. Cinco años después, en 2002, compartieron nombramiento como oficiales. A partir de ahí se ha suscitado una pugna por ver quién reunía más méritos para el puesto. «El problema es que hay mucha igualdad en antigüedad y méritos porque la formación la hemos hecho juntos durante 25 años. Es prácticamente un empate técnico», explica Federico del Río, actual titular de la plaza de forma accidental. En su despacho al frente de la comisaría pejina, asume que «posiblemente ahora le den la razón a él (a Francisco Roiz), lo que supondría un nuevo decreto de nombramiento, ante el que cabría interponer un recurso por mi parte», señala.

En todo caso, se resiste a hablar de futuribles y remarca que «no es un problema nuestro». De ahí que se reserve la respuesta ante una hipotética resolución que le aparte del cargo. Tampoco se posiciona de cara a la futura convocatoria de la plaza en propiedad. «A día de hoy soy un posible candidato, aunque las ganas son otra cosa, dadas las circunstancias», reconoce. «Cuando llegue el momento, tomaré la decisión», zanja.

Por su parte, Francisco Roiz, el oficial al que la sentencia ha dado la razón, no oculta su malestar ante la tardanza del Ayuntamiento en resolver su recurso, aún pendiente. «Son nueve meses que afectan a nuestra situación personal y familiar y es muy duro para ambos», destaca. Rechaza el argumento de que estén desbordados de trabajo «porque la jefatura de Policía debe resolverse como prioridad». Finalmente, subraya que «nuestra amistad está por encima. Ahora él está de jefe y yo por debajo, y toca arrimar el hombro. Tanto Federico como yo tiramos por la Policía Local y por Laredo», concluye.