Los comerciantes iluminan Cabezón
En torno a treinta propietarios se apuntan al concurso de escaparates y baten el récord de participación en relación a otras ediciones
Llega la Navidad y se abren las carteras. Nadie puede escapar a este boom de villancicos, luces, árboles, comidas copiosas y gorros de Papá Noel. A esa especie de alegría nostálgica que inunda todo. En Cabezón de la Sal, la gente camina como elevada por las calles llenas de escaparates con temas navideños. Este año son aproximadamente 30 los establecimientos públicos que participan en el concurso de escaparates que organiza la Concejalía de Comercio (se ha batido el récord), y que compiten por un primero (400 euros), segundo (200 euros) o tercer premio (100 euros). Anque más que competir, destacan, «lo importante es incentivar a los ciudadanos para que compren en el pueblo» y no se marchen a las grandes superficies fuera de Cabezón.
Entre los particiantes, hay algunos que se esfuerzan más que otros a la hora de decorar su escaparate. Pero en todos los casos se trata de un mecanismo para captar la atención del ciente en esta oleada de compras que es la Navidad. «Es una forma de fomentar la venta y de ponerlo todo más bonito, que así la gente se alegra ¿no?», se pregunta Ana Bolado, que tiene una tienda de ventanas en la Avenida de Cantabria, centro neurálgico de la localidad donde se concentra una buena parte del comercio y la hostelería. Una socorrida alfombra roja decora la entrada a su establecimiento, donde a uno le recibe un Papá Noel y un pequeño limonero. Nada del otro mundo, pero los colores sacan de la monotonía el cariz apagado de la calle un frío lunes por la mañana. Ana es nueva (abrió hace relativamente poco), pero ya se ha dado cuenta de que algo no funciona entre los comerciantes de la localidad. «Me da la sensación de que aquí la gente no se involucra mucho, y creo que si todos pusiéramos de nuestra parte podríamos hacer cosas muy bonitas, pero cada uno va a lo suyo». Este es el gran problema en el municipio, que no hay unión entre los más de setenta propietarios. De hecho, la asociación de comerciantes, Acosal, hace tiempo que se ha disuelto ante la falta de interés. Con este panorama, es complicado remar en la misma dirección.
Concurso de fotografía en las redes sociales
Para darle más empaque a esta campaña, desde la Concejalía de Comercio han dado la posibilidad a los clientes este año de participar en un concurso de fotografía con el que se pueden llevar cien euros. «Tan solo tienen que sacarse una foto original en alguno de los escaparates participantes y subirla a las redes sociales con el hashtag #navideandoencabezon». Habrá tres premios de cien euros cada uno para las mejores fotografías. «Además, estamos intentando crear una ruta por los escaparates participantes», explica el concejal, Javier Gutiérrez, quien asegura que a lo largo de los últimos días «no hemos dejado de recibir llamadas de propietarios que quieren participar», por lo que podría llegarse a treinta. «Sabemos que falta unión entre los comerciantes, pero este tipo de campañas sirven para concienciar a la ciudadanía de lo importante que es comprar en el pueblo, lo que revertirá de forma positiva en toda la sociedad».
Con unión o sin ella, este año ha sido el que más personas han decidido adherirse a la campaña y poner un poco de su parte para hacer que brille Cabezón. Uno pasa junto a la tienda de Sontelvi y sonríe mientras escucha un villancico.
«Lo que hay es mucha competencia», explica Pablo Casal, propietario del bar El Jardín, que brilla estos días lleno de luces parpadeantes. «Los dueños de los bares de copas tenemos buena relación entre nosotros, pero luego hay gente que lleva cuarenta años en la hostelería y no hace nada». Pablo ha decidido participar en el concurso «porque todos los años decoro el bar y de paso...».
Lo de la competencia también lo dice Paloma Baraja, propietaria de la tienda de bebés Upa Lelé. Joven, dinámica, inteligente, savia nueva. «Deberíamos apoyarnos más unos a otros y no crear esta competencia. Si alguien viene buscando algo que no tengo, le envío a otro comercio de Cabezón donde lo pueda encontrar». Paloma se ha esforzado con el escaparate. «He decidido recrear las ventanas de una casa típica de pueblo, buscaba hacer algo más hogareño y más cálido con guirnaldas de colores, pañuelos de cuadros, luces...». Verdes y rojos que se mezclan con el azul de la tienda. Ella cree que hay «mucha gente que compra en Cabezón», pero que luego hay otros «que siempre, siempre se van fuera». Por eso «lo importante es lograr que se queden, más allá del premio que podamos ganar».
Con respecto al ganador, la cosa está reñida. Entre los que más destacan está el escaparate de la floristería Balbi, en el centro, que ha creado una especie de Navidad verde en el escaparate. «Todos los años lo decoramos con mucha ilusión», aseguran Reyes Bárcena y Olga Lobo. Han creado un esmerado bosque con cristales decorados, plantas envueltas en musgo, cuadros con plantas naturales, cactus, bolas brillantes y un árbol de ensueño. «Se trata de innovar y estrujarte la cabeza», dice Reyes, orgullosa, que ya se ha dado una vuelta por Cabezón para ver cómo está el nivel. «Creo que a la gente le falta originalidad y que al final siempre tiramos de los típicos adornos navideños, con mucho plástico.Vengo de París y allí las calles son un espectáculo, incluso el pequeño comercio se molesta en adornar». Asegura que huye de la competencia y que busca «un trato fluido con las otras floristerías de Cabezón». El propietario de la floristería Brena de Arguebanes, al final de la Avenida de Cantabria, también ha levantado un castillo de luces a la entrada de su establecimiento. Y como sobre gustos no hay nada escrito, María Isabel Salas, de la Mercería Encarnita, ha empleado setas como motivo navideño «para ser original».
Con respecto a si el Ayuntamiento ayuda, Paloma cree que «no hay buena comunicación, porque se podrían organizar eventos, pero nos tendrían que poner facilidades». Pablo, el del Jardín, está de acuerdo.«A mí no sé en qué me han ayudado», responde. «Yo creo que la gente se cansa de hacer cosas, porque durante años se organizó la feria del stock pero luego dejaron de mostrar interés los propios comerciantes», asegura Reyes. Sin embargo, ante la inexistencia de una asociación que aglutine a este sector, ha sido el concejal de Comercio, Javier Gutiérrez, quien ha organizado la campaña de Navidad, en colaboración con la Agencia de Desarrollo Local.