Salud Pública permite reabrir parte de la playa de Galizano tras 36 días cerrada por contaminación
El informe del Gobierno permite el baño «en condiciones especiales» en la zona marítima y mantiene la clausura en la ría y las pozas
Desde que Salud Pública clausurase la playa de Galizano por contaminación fecal el pasado 21 de agosto, hasta que la reabriera oficialmente este viernes, han ... pasado 36 días. Seis semanas –las primeras en plena temporada estival– que han impactado en el negocio de algunos de los empresarios de la localidad que viven fundamentalmente del turismo. «Salud Pública nos lo ha comunicado hoy y procederemos cuanto antes a habilitarlo», especificó en la mañana de María Antonia Manzano, concejala de Ribamontán al Mar. Concretamente se permite la reapertura «en condiciones especiales de uso sectorizado», diferenciando la zona marítima, donde sí está permitido el baño, de la más interior, donde discurre la ría y se acumula agua estancada en pozas. Allí «la situación actual no garantiza el uso como aguas recreativas sin riesgo sanitario».
La situación vuelve a ser parecida al inicio del caso, pues los contagios por gastroenteritis que desencadenaron el cierre –entre los que se encontró un menor que tuvo que ser ingresado en el Hospital Valdecilla– se dieron en esta zona de pozas. «Es una situación que está así desde hace décadas, de cuando los que somos ahora mayores nos bañábamos allí siendo niños, y no se ha hecho nada en todo este tiempo», cuentan los vecinos de la zona. Por eso, en las últimas líneas del informe de Salud Pública se llama a intervenir de forma urgente para mejorar los procesos de tratamiento de la depuradora que vierte el agua a esa ría, pues «a día de hoy carece de proceso de desinfección», acreditan desde el consistorio.
Las claves
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Clausura Varios brotes de gastroenteritis obligaron a cerrar la playa al baño el pasado 21 de agosto
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Mediciones Los análisis del agua realizados arrojaron altos niveles de contaminación
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Reapertura Se permite el baño en el mar pero se mantiene el cierre en las pozas, donde surgió la infección
«Digamos que hemos actuado rápido de cara a reabrir la playa y para que los vecinos y visitantes puedan disfrutar del baño permitido en el sector donde no hay peligro; pero somos conscientes de que es necesario trabajar para poner remedio y que no vuelva a suceder y eso pasa por mejorar el servicio de la depuradora», incidió el ayuntamiento.
La Junta Vecinal mostró el apoyo a la medida. «Somos conscientes del daño que ha hecho sobre todo a los negocios que viven del verano; pero entendimos que había que mantener la salubridad. Ahora creemos que es una buena medida y que habrá que poner una solución para que no vuelva a suceder», concretó Marta Sainz, presidenta de la Junta Vecinal.
Estudio de las causas
Los primeros informes de los expertos achacaron la contaminación a la filtración de los purines de los prados cercanos a la ría, pues todas las laderas colindantes terminan en aquella zona baja donde se concentra el agua que llega de la ría, como la escorrentía que discurre por las laderas. Pero más tarde se confirmó también que la depuradora no es capaz de eliminar las bacterias causantes de las infecciones que iniciaron estos estudios.
Los primeros días, tras los casos de gastroenteritis, el arenal mantenía niveles «muy altos» de contaminación fecal. Era algo que se percibía en el ambiente porque en el descenso a la playa se notaba un intenso olor a heces. «Los técnicos vienen con frecuencia y toman esas muestras pero luego no sabemos más», contaban a inicios de septiembre socorristas de Cruz Roja que vigilaban el lugar y que impedían sin mucha eficacia que los más atrevidos se bañasen en el mar. «No podemos obligar a nadie a que no entre al agua, pero informamos de los peligros que puede entrañar».
Peligros parecidos a los de ahora, a juzgar por la medida preventiva, pues la zona acotada está circunscrita a las pozas, donde ayer una cinta roja precintaba el espacio junto a grandes carteles que indicaban la prohibición del baño. «Lo que tienen que hacer es arreglar de una vez la depuradora que tenemos aquí, y que la gente tenga dos dedos de frente y no deje a los niños bañarse en las pozas que se sabe que bajan con toda esa mierda», explicó otro residente.
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