Las asociaciones de padres lamentan la «inacción» política ante los salones de juego en Santander
La federación que representa a las familias del alumnado cántabro lamenta que Gobierno y Ayuntamiento «miran para otro lado» con la casa de apuestas que va a abrir en Peñacastillo
La polémica por la apertura de un salón de juegos en la calle Hermanos Calderón número 28, en Peñacastillo, continúa. Si hace un par de ... semanas los vecinos de la comunidad denunciaron a través de las páginas de El Diario Montañés el inicio de las obras y su intención de paralizar su apertura, esta semana fue la AMPA del colegio Marqués de Estella, también en Peñacastillo, la que explicó que este nuevo espacio «no respeta la distancia que deben tener este tipo de lugares respecto a colegios, institutos y centros de salud mental». Y ayer hizo lo propio la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado (Fampa) de Cantabria, que acusó al Gobierno regional y al Ayuntamiento de Santander «de no actuar pese al rechazo que genera la apertura de un nuevo local de juego en Peñacastillo». Una situación que, añaden desde la federación, «ya provocó el rechazo unánime de familias y vecinos cuando se conoció el inicio de los trámites el año pasado».
Las familias lamentan que, pesé a que todas las AMPA y asociaciones vecinales de la zona mostraron su oposición a esta apertura e hicieron constar que se iba a situar en un punto de paso habitual de la juventud, las administraciones «han optado por mirar para otro lado». Por eso, la federación ya ha registrado tres escritos dirigidos a las consejerías de Presidencia y Educación y al Ayuntamiento de Santander, solicitando información sobre el cumplimiento de una proposición no de ley sobre el juego aprobada en el Parlamento de Cantabria en septiembre del año pasado. En ella, se instaba al Gobierno de Cantabria a, en un plazo máximo de seis meses, promover programas y materiales didácticos sobre los riesgos de las adicciones para los centros educativos, elaborar campañas de prevención de la ludopatía o realizar una revisión extraordinaria de las distancias entre locales de juego. Respecto a este último punto, las familias dicen que la Ley del Juego de Cantabria «establece la posibilidad de realizar esa revisión de las distancias mínimas establecidas para la apertura de locales cuando un municipio de más de 150.000 habitantes cuente con una concentración de más de un local cada 7.000 habitantes, algo que ya se produce en Santander».
Hay que recordar que la controversia por el número de salones de juego y la distancia entre ellos surgió precisamente cuando Ludere pidió la licencia para abrir una nueva casa de apuestas en la calle Hermanos Calderón 28, hace más de un año. Fue entonces cuando el Gobierno de Cantabria dijo que había 27 salones de juego en Santander. Lo que supondría «una concentración excesiva». Mientras que el Ayuntamiento habló de 25 locales porque «hay dos sin actividad o próximos a cerrar».
Precisamente para aclarar ese baile de cifras, el PSOE llevó al Parlamento de Cantabria una iniciativa para obligar al Gobierno a elaborar, junto a los ayuntamientos –incluido el de Santander–, un mapa que determine exactamente dónde se encuentran todas las salas de juego. Esta salió adelante con el apoyo de PRC y Vox y el 'no' del PP y en teoría, debería estar listo antes de octubre. Desde el Ejecutivo cántabro informan de que siguen trabajando en ello. Este mapa servirá para verificar que se cumple la ley, que establece que los locales de apuestas y azar no pueden estar a menos de 500 metros –de puerta a puerta y por el recorrido peatonal más corto– de centros educativos o de unidades de salud mental dependientes del Servicio Cántabro de Salud.
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