Santander instalará sensores para definir la futura zona de bajas emisiones

Para mejorar la gestión de la movilidad urbana y abordar el proceso de diseño de la futura ZBE, la Concejalía de Movilidad Sostenible elaboró el plan 'Impulso a la movilidad activa, fomento del cambio modal y transformación digital y sostenible del transporte urbano de Santander' y lo presentó a los fondos europeos, que la semana pasada confirmaron que financiarán el 90% de esta obra y otros siete proyectos. Así, la actuación cuenta con un presupuesto global de 788.462 euros, pero el Ayuntamiento apenas tendrá que pagar 80.000.

El proyecto contempla la implantación de soluciones tecnológicas que, integradas con la plataforma Santander Smart City, «permitirán gestionar de manera inteligente las plazas de aparcamiento disponibles en la ciudad, el estado del tráfico, la calidad del aire y el ruido», enumera el concejal del área, César Díaz. «También proporcionarán una mejor información al ciudadano sobre el estado de la movilidad y dotarán a los servicios técnicos de herramientas de monitorización y control de la movilidad, calidad del aire y contaminación acústica que nos ayuden a avanzar en la definición de la futura ZBE». Para ello, se instalarán sensores de ruido, de calidad del aire, de detección de plazas de aparcamiento, así como cámaras para el análisis del tráfico viario.

Estos sensores se repartirán por distintas áreas de la ciudad para determinar cuáles hay que acotar como Zona de Bajas Emisiones, que serán aquellas donde sea necesario disminuir la contaminación. Para ello, se limitará el tipo de vehículo que podrá circular por esas calles en función de los parámetros que se registren en cada momento del día. En otras ciudades, se limita el paso de los automóviles a través de accesos restringidos con bolardos que sólo dejan pasar a los que cumplen los requisitos.

Toda la información recogida por estos dispositivos se enviará en tiempo real a la plataforma Smart City y ahí será procesada y analizada para «después implantar herramientas de cuadro de mando para la mejora de la toma de decisiones», apunta Díaz. También se instalarán paneles informativos de mensajería variable que ofrecerán información relativa a los aparcamientos subterráneos y en superficie y que permitirán a vecinos y visitantes disponer de datos actualizados al momento sobre la calidad del aire, el estado del tráfico, las restricciones y la disponibilidad de estacionamiento, entre otros.

Santander está obligada -por exigencia europea- a establecer ZBE para el año 2023, ya que tiene más de 50.000 habitantes.

El Ayuntamiento recibió la semana pasada la buena noticia de que contará con 7,6 millones de euros de fondos europeos para mejorar la movilidad sostenible de la ciudad y que destinará a ocho actuaciones. Además de estos primeros pasos para concretar la ZBE, el Consistorio utilizará el dinero para impulsar el proyecto de conexión ciclista del antiguo Túnel de Tetuán con los carriles bici próximos, al nuevo proyecto de mejora de la movilidad entre Jesús de Monasterio y Juan XXIII y al aparcamiento disuasorio del Sardinero. También lo dedicará a adquirir nuevos aparcabicis cerrados y videovigilados, a un sistema de alquiler de bicicletas eléctricas, a la compra de cuatro autobuses eléctricos y a un plan de digitalización del TUS.