El centro cívico de Cueto estará terminado el mes que viene

El edificio cuenta con un salón de actos con 305 butacas, una ludoteca con zona de jardín acotado, aulas infantiles, recepción, despachos y la unidad de trabajo social. En la primera planta, de 1.055 metros cuadrados, hay aulas de taller, cuatro aulas con tabiques móviles que darán versatilidad para diferentes actividades con diferentes aforos, una sala de audiovisuales y de usos múltiples, una sala de ordenadores con todas las dotaciones eléctricas, una biblioteca, un patio interior y la zona del telecentro.

Es, a ojos de Igual, «probablemente el mejor» centro cívico de Santander y dará servicio a unas 12.000 personas que viven en el entorno. Apunta que Cueto es una zona que está creciendo, por lo que son necesarias instalaciones de este tipo. «Estamos en una zona de expansión, en una de las mejores zonas de Santander, en donde hay asociaciones potentes, culturales y de vecinos, donde tenemos tres colegios, hay núcleos comerciales y de ocio y en donde además hay grandes dotaciones deportivas», explica la regidora.

Este centro cívico dedicará un programa preferente y numerosos eventos al folclore: «El auditorio se utilizará para rendir homenaje al folclore de Cantabria y la música santanderina, siempre en colaboración con las agrupaciones culturales y musicales». El edificio dispone también de una pequeña zona de aparcamiento en superficie, al norte de la parcela; e incluye un parking en el sótano de 700 metros cuadrados.

Desde la asociación de vecinos de Cueto, su presidente, Santiago Sierra, celebra la cercanía del fin de las obras y la gran cantidad de espacio que en unos meses podrán utilizar los habitantes de la zona. Además, desde la asociación piden que en el inmueble, bautizado 'Juan de Santander' en honor al marino, haya alguna placa en su honor para recordar su trayectoria.

El proyecto del centro cívico de Cueto se ha visto afectado, desde que empezó a construirse en 2019, por diferentes vicisitudes, como la paralización de las obras en 2021 por parte de la empresa adjudicataria Joca a consecuencia de diversos problemas internos de la compañía, que además fueron agravados por las complicaciones surgidas como consecuencia de la pandemia. En total, esta empresa llegó a ejecutar en torno al 40% de las obras. Entonces, el presupuesto de la obra era de 3,5 millones de euros.

Tras varios meses de parón, en mayo de 2022 se reanudaron las intervenciones una vez las asumió la empresa SIEC, tras la solicitud de cesión del contrato, de acuerdo con lo establecido para ello en la Ley de Contratos del Sector Público. Pero, al poco de retomar los trabajos, se produjeron otras incidencias como el retraso en la llegada de maquinaria, equipos y materiales debido a las dificultades de suministro en el sector -a la pandemia se sumaron los problemas de abastecimiento derivados de la guerra de Ucrania-.

También tuvieron que realizarse ajustes en el proyecto que elevaron el presupuesto a 4,4 millones, con definiciones que no estaban contempladas en el inicial. Entre otras, durante las obras de excavación, se detectó que más del 50% del subsuelo tenía escasa capacidad portante -la capacidad del terreno para soportar cargas- y surgió así un espacio por debajo de la planta baja que se ha aprovechado para hacer un aparcamiento.