Patricio Fernández
El experto participará en Santander Inteligencia Artificial (SIA), donde analizará el potencial de esta nueva tecnología y las claves de su adopción
Una de las claves esenciales para poder acceder al enorme potencial que ofrece la inteligencia artificial en multitud de áreas, desde la personal hasta la ... profesional, es conocer y entender qué es y cómo funciona esta tecnología. Por suerte, existen gran cantidad de información y de expertos que ofrecen una visión tanto panorámica como práctica y técnica de estas herramientas para que la gente pueda empezar a incluirla en su dinámica habitual. En España, uno de los más destacados es Patricio Fernández (Cádiz, 1995), experto y divulgador en inteligencia artificial, que ofrece en sus redes sociales, especialmente en YouTube, contenidos para todo tipo de públicos. Fernández será uno de los ponentes del congreso Santander Inteligencia Artificial (SIA), que se celebrará en la capital cántabra los días 7 y 8 de este mes, en el que participará con la ponencia 'Vibe Working'.
–Cuando habla de 'Vibe Working', ¿qué imagen o concepto busca transmitir al público sobre la relación entre trabajo, creatividad, productividad e inteligencia artificial?
–El tema de 'Vibe Working' es poco conocido. La traducción literal de Vibe Working es como «trabajar por vibraciones». Es trabajar a base de prompts (las instrucciones que se le dan a estas plataformas). Se trata de analizar cómo con un prompt podemos lograr hacer trabajo humano y cómo la inteligencia artificial cada vez está logrando llegar a hacer trabajos de mayor calidad, al nivel de los humanos. Ahí se incluyen muchas cosas, que van desde trabajos simples como hacer una consulta en la web a programar un programa.
–¿Cuáles son las claves del 'Vibe Working' sobre las que va a girar su ponencia?
–Lo primero que quiero hacer es un análisis de lo que son los términos que trato para situar a la gente en qué punto estamos. Voy a analizar cómo el avance de la inteligencia artificial y los agentes han favorecido toda esa evolución en la capacidad de trabajo. A partir de ahí veremos qué son capaces de hacer los agentes a día de hoy y qué implicaciones puede tener en el mercado laboral el hecho de que la inteligencia artificial haga nuestro trabajo.
–¿Cómo ve la penetración actual de la inteligencia artificial en la vida cotidiana de la gente, más allá del ámbito empresarial o laboral?
–Que la IA está penetrando en la vida cotidiana de la gente es un hecho, pero esa realidad tiene muchos matices. Cuando se analiza el mayor uso que la gente está haciendo a día de hoy de ChatGPT, por ejemplo, éste se basa en actuar como acompañante psicológico. Y también para hacerle preguntas del día a día, más que para el tema laboral. Su uso no deja de crecer, pero también es verdad que todavía no veo una adopción masiva por parte de todo el mundo, por lo menos en España. Hay una gran parte de la población que todavía no está haciendo una adopción masiva. Lo que sí que es un hecho es que la inteligencia artificial es algo esencial para el futuro. Solo tenemos que ver las empresas más grandes del SP 500, en Estados Unidos, que están apostando por la inteligencia artificial de forma decidida. No hay una empresa del top tres que no esté apostando por esta tecnología, así que queda claro que tiene mucho futuro.
–¿Cuáles cree que son las barreras que puede enfrentar la gente para incorporar estas herramientas tan potentes en su día a día laboral o personal?
–Son barreras un poco extrañas, porque si hay una aplicación que puede hacer prácticamente cualquier cosa, cabría pensar que más gente se interesase por ella. La clave es: ¿cómo le explica a una persona lo que es capaz de hacer la inteligencia artificial? Pues usándola. Así que creo que la barrera es ese desconocimiento de la capacidad que tiene. También pueden influir los interfaces o la forma de comunicación que requieren. La clave es que las personas sean capaces de entender la potencia que tiene. Todavía hay mucha gente que se basa en lo que ha escuchado y no lo ha podido probar. Y hasta que no pruebas por ti mismo la inteligencia artificial, no es posible que entiendas realmente cómo funciona y el potencial que tiene.
–¿Cómo se puede cambiar esa dinámica?
Hay que entender el cambio de mentalidad que su uso implica. En primer lugar, los seres humanos estamos más entrenados para responder que para preguntar. Nuestros profesores desde que estudiamos nos enseñan a responder a una pregunta y esto ya es un cambio de paradigma, porque la base del uso de la IA es que tú tienes que preguntar. Las personas exitosas normalmente se caracterizan por hacer buenas preguntas, más que por dar buenas respuestas. El segundo concepto que también me parece muy interesante es entender, haciendo un paralelismo, que la inteligencia artificial es como un equipo de fútbol en el que todos fueran Cristiano Ronaldo o Messi. Pero es que hay que saber que tienes a Messi y que tú tienes que gestionarlo, o sea, se trata de pasar del punto de ser alguien que ejecuta tareas al punto de ser un gestor, un jefe.
–¿En qué áreas de la vida tiene la inteligencia un poder transformador más relevante?
–Es difícil acotarlo porque aplica a todo en la vida. La IA es como tener una persona que es capaz de hacer cualquier cosa, y en especial tareas que son tediosas y repetitivas. Por ejemplo, si tú tienes que buscar un dato en internet lo puedes hacer en cuatro clics, pero con esta herramienta lo puedes hacer uno. Y si necesitas saber algo, puedes saberlo de una forma muy rápida y completa con la IA. Puedes también incluso hacerle preguntas médicas, aunque esto es un tema un poco más controvertido, pero bueno, también sirve. Es como un experto en absolutamente todo. Lo que pasa es que hay que saber utilizarlo y ese es el verdadero problema que creo que existe a día de hoy.
–¿Cuál es la base para saber utilizar correctamente la inteligencia artificial?
–Uno de los condicionantes que veo es que se ofrece una formación muy genérica. Se plantea como «enseñar a utilizar ChatGPT», pero creo que lo primero debería ser recibir 'training' respecto a diferentes áreas. Porque no es lo mismo utilizar ChatGPT para un tema médico que para temas de ventas o de informática, y en cada uno el uso que se hace debe adaptarse. Se puede hacer un uso a nu nivel más de aficionado, pero cuando conoces el área sobre el que le consultas, esta herramienta llega a unos niveles que son insospechados. Por eso es fundamental conocer la herramienta y saber modularla para que te dé buenos resultados. Hay que saber definir bien los prompts, pero hay mucho más. Saber darle contexto también es clave, porque en base a eso te va a modular la respuesta. Y en ChatGPT también tenemos otra cosa que se llama memoria. La clave, por tanto, reside en saber meter en esa coctelera todos los ingredientes, más que basarse únicamente en el prompt.
–Habla de ChatGPT pero la competencia es enorme: Gemini, Copilot, Claude, Perplexity… ¿Con cuál se queda?
–Esa es una pregunta que me repiten muchísimo. Hay que partir de que la inteligencia artificial hay que saber explotarla, y para eso hay que entender que no existe una inteligencia artificial o el modelo de lenguaje que sea infalible, sino que existe el modelo de lenguaje que mejor se adapta a tus necesidades. Desde esa perspectiva, mi favorita a día de hoy es ChatGPT porque tiene un conjunto de elementos que creo que las demás todavía no tienen. Por ejemplo el tema de la memoria, que Gemini y Antrophy, aunque se están metiendo en este tema, no tienen tan desarrollado. También por el tema de los agentes, por la búsqueda en profundidad, que para mi gusto es la mejor que hay. Además ahora es un gran modelo programando. A nivel creativo me gusta un poco más Gemini, pero creo que en general la que mejor funciona es ChatGPT.
–¿Cómo puede convertirse la IA en un aliado de cualquier persona para mejorar su productividad y su alcance profesional?
–Lo primero es saber entenderlo, saber desarrollarse con la herramienta. Y una vez hecho eso, creo que hay que cambiar un poco el 'mindset', aprender a preguntar y no a responder. También hay que evaluar qué porcentaje de tus tareas son repetitivas o tediosas, que en mi caso son aquellas que hago al menos cinco veces al mes. Ahí puedes intentar ver cómo la inteligencia artificial te puede ayudar en ellas. Pueden ser traducciones de formato, redactar textos, programación… Existen muchas cosas que se pueden hacer y en las que la IA te puede ayudar.
–Es usted un divulgador reconocido en esta materia. ¿Cómo son las reacciones de su audiencia ante lo que enseña sobre IA? ¿Son más negativas y escépticas o más eufóricas o fanáticas?
–Pues existen ambas corrientes. En mi caso yo era una persona que solo veía el lado positivo de la inteligencia artificial y cada vez veo más el lado negativo. Creo que esta tecnología nos va a traer muchos nuevos escenarios que son negativos y para los que hay que prepararse, y creo que todavía no estamos preparados. Por ejemplo la publicidad con inteligencia artificial de forma fraudulenta, o los fraudes con inteligencia artificial, que se están incrementando de una forma masiva. Otro ejemplo es la ciberseguridad, un campo en el que se está viendo que muchos de los ataques se hacen ahora con inteligencia artificial. Y también el tema de la veracidad de la información. Creo que el día de mañana en un juicio va a ser difícil distinguir si una prueba es real o no. Las clonaciones de voz, el tema de los 'deep fakes'… Hay muchos riesgos. Pero también hay muchas cosas positivas, como el nivel de productividad que permite alcanzar, porque gracias a ella se pueden hacer tareas que antes llevaban días en dos horas. Eso significa que el modelo laboral va a cambiar completamente.
–¿Cómo ve el futuro de la IA? ¿Hacia dónde se dirige su desarrollo?
–Creo que una de las primeras cosas que va a cambiar es el tema de los agentes. Para entenderlo hay que saber que un modelo de lenguaje en teoría solo está entrenado para devolver texto. Luego le metemos la multimodalidad y ya puede devolver imágenes, vídeo y audio. Ahora, si a eso le meten una capa de razonamiento y es capaz de razonar. En ese nivel, si le pides a la IA una tarea, es capaz de descomponer esa tarea en otras más pequeñas y luego tiene la capacidad de ejecutar esas tareas. Así puede ejecutar lo que tú necesitas y hacer lo que tú quieres. Ese potencial sumado a la conexión de la IA con plataformas en las que solemos trabajar tiene un recorrido impresionante. Por ejemplo con Gmail y Google Calendar. Eso a nivel empresarial es superpotente. Por ejemplo, si una empresa tiene un registro de clientes ya no va a tener que realizar esa labor, porque los nuevos clientes los va a poder registrar la IA. También las interacciones van a cambiar mucho con los sistemas. Creo que la gran revolución de este año 2026 van a ser los agentes.
–¿Algún otro área a destacar?
–El tema del vídeo también va a mejorar bastante. Ya hemos visto una gran mejora en 2025, pero se aventura una nueva mejora en 2026. Y por último el tema del 3D, que está bastante olvidado, pero en particular en China se están haciendo mucho desarrollo en él. Básicamente se van a generar modelos 3D con una calidad y una facilidad impensables hasta hace poco.
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