Del parque elevado de Santander a los mil pisos de Bilbao, dos modelos para una nueva estación de tren

Por un lado, el plan de la capital cántabra consiste en la reordenación de los espacios ferroviarios e incluye la creación de una losa de algo más de diez metros de alto respecto a la calle Castilla que cubrirá las vías y que irá desde la estación hasta la pasarela de la Peña del Cuervo. Cabe destacar que Adif modificó el proyecto, cambio que implica que una parte de la losa sea de una altura algo inferior en la parte más cercana a los terrenos que se liberan junto a la calle Castilla. Este cambio también incluyó que la losa, en vez de ser un bloque, estará escalonada y será aún más baja en la parte de la cubierta que esté encima de las vías de ancho métrico, pues requiere menos altura para colocar los gálibos. Así, la creación de la losa habilitará espacios de ocio y servicios comunes. Aunque el futuro de esos espacios depende del Ayuntamiento.

Por otro lado, el plan de Bilbao se centra primero en construir una estación soterrada a 50 metros de profundidad para después aprovechar su espacio y el de la playa de vías. Esto supondrá la llegada del Tren de Alta Velocidad (TAV) a la capital vizcaína y una macrooperación urbanística que implica la construcción de un gran parque y mil viviendas. Lo que sí que tienen en común los dos planes es que ninguno de ellos tiene plazos fijos sobre la mesa.

La última novedad que se dio a conocer sobre el plan ferroviario de Santander es que sigue sin fecha cinco años después de la aprobación del proyecto. Adif explicó que hay que revisar plazos y costes del convenio firmado, con lo que el fin de obra irá más lejos de 2028, que era lo programado. Además, el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de la ciudad reajustaron sus anualidades y no prevén gastar dinero ni en 2024 ni en 2025 en esta iniciativa.

En resumen, lo que se ha hecho hasta ahora es derribar un par de edificios de Adif en la calle Castilla y ganar un pequeño trozo de acera (convertida en un mini jardín público) para los vecinos de la zona. El plan de Santander se remonta a 2018, cuando el Ministerio de Fomento, el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento suscribieron un convenio para la integración de las estaciones de la ciudad, que implicaba, entre otros asuntos, renunciar a la primera idea de soterrar las vías, porque su coste era inasumible. Por eso, se apostó por su cubrimiento.

En lo que respecta al proyecto de la estación de Abando, en Bilbao, ya está en marcha tras la reciente adjudicación de la redacción del proyecto del soterramiento. Un plan que lleva consigo la llegada del TAV a la ciudad y una gran regeneración urbana con la liberación de un nuevo espacio de 130.000 metros cuadrados en el que se creará un gran «parque central».

Los primeros bocetos muestran más de una decena de bloques de viviendas de punta a punta del parque, incluidos al menos seis rascacielos. Es decir, un millar de pisos –de los cuales el 43% serán viviendas protegidas– y nuevos equipamientos públicos.

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