La subida al Gurugú tendrá escaleras y rampas mecánicas dentro de diez meses

Concretamente, se colocarán cinco tramos de escaleras y dos rampas mecánicas que cubrirán una distancia de alrededor de 140 metros y salvarán un desnivel de 24 metros.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha visitado el inicio de las obras acompañada por el concejal de Medio Ambiente y Movilidad Sostenible, José Ignacio Quirós; la concejala de Barrios, Carmen Ruiz; y algunos vecinos de la zona.

El proyecto, que ejecutará la empresa Ferrovial, parte de la calle Marqués de Santillana -detrás de la plaza de San Martín- para llegar hasta el Alto de Miranda, y la mayor parte de la actuación se centrará en la Subida al Gurugú. En ella se colocarán las cinco escaleras y una de las rampas mecánicas que desembocará en el paseo de Canalejas, conservando el parque existente.

Desde este punto, el recorrido continúa por un tramo horizontal hasta llegar a las proximidades del Mercado de Miranda, donde se ubicará la última rampa mecánica del itinerario.

La alcaldesa de Santander ha ensalzado que ya hay «muchos modelos de éxito» de movilidad vertical por la ciudad y ha enumerado las escaleras mecánicas de la calle Alceda, las de Eulalio Ferrer, las de Numancia a General Dávila, las de Los Remedios a General Dávila y las de la Universidad de Cantabria a General Dávila, así como el funicular de Río de la Pila, el ascensor del grupo Santa Teresa y la pasarela entre la calle Castilla y la Calle Alta.

Además, ha recordado que también está en ejecución la conexión entre el Paseo Pereda y General Dávila a través de rampas mecánicas por la calle Lope de Vega y ha mencionado las actuaciones similares que se llevarán a cabo en el futuro.

Entre ellas, ha mencionado las escaleras mecánicas que se colocarán «a petición de los vecinos» en la calle Enrique Gran y en el barrio de Porrúa, así como la conexión del Barrio del Cabildo por el norte, desde el túnel del Pasaje de Peña, y por el sur, desde la Plaza de las Estaciones.

En este sentido ha comentado que el Ayuntamiento se ha ocupado primero de las partes «más pobladas» de la ciudad y ahora se dedicará a los «localismos», a barrios que necesitan «estar conectados».