«La pediatría no está suficientemente valorada, incluso entre los médicos»

– ¿Qué le llevó a escribir 'La aventura de tu cerebro'?

– La neuropediatría es una rama muy desconocida. La motivación del libro es ayudar a los padres para que comprendan mejor ese campo y así disfruten más del crecimiento y desarrollo de sus hijos, además de darles las herramientas para que elijan por sí mismos cómo educarlos.

– En sus paginas describe los procesos del neurodesarrollo. ¿Qué los hace tan determinantes en el crecimiento de las personas?

– El neurodesarrollo tiene dos grandes patas:la herencia genética, que establece lo que podemos hacer y lo que no; y la herencia cultural que determina cómo lo hacemos. Son esos dos campos los que configuran el crecimiento del cerebro, los que construyen constantemente a la persona. Precisamente por eso dos gemelos idénticos tienen sus preferencias. La experiencia nunca puede ser idéntica, aunque los genes lo sean.

– ¿Qué enfermedades se encuentra con más frecuencia en la consulta?

– En el mundo occidental y en España la patología más frecuente es el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), con diferencia. Entre el 4% y el 7% de los niños lo padecen, y de estos hasta un tercio seguirá teniéndolo durante la edad adulta. A los casos de esta patología le siguen el autismo y la epilepsia.

– Son enfermedades relativamente frecuentes en la sociedad. ¿Considera que se desconoce demasiado sobre ellas?

– Son muy desconocidas y, por tanto están estigmatizadas. Por ejemplo, sobre un niño con TDAH se suele pensar que está mal educado, que no le han sabido controlar, que no le ponen límites..., etc. Eso no es verdad. A ese niño simplemente le cuesta mucho organizar la información. La percibe perfectamente pero no es capaz de ordenarla de forma coherente. Lo mismo sucede con el autismo, igualmente desconocido.

– Desde hace meses apoya una iniciativa para mejorar la atención precoz de este tipo de enfermedades. ¿Queda mucho por mejorar en ese aspecto?

– La atención temprana es muy desigual en las 17 comunidades autónomas. Eso es una injusticia que va en contra de la igualdad. Si un niño tiene autismo lo tiene en Madrid, en Segovia, en Santander o en Barcelona. No puede ser que si está en una ciudad grande tenga un acceso más fácil a las terapias que si está en una ciudad pequeña. Estas enfermedades se tienen que detectar entre los 18 meses y los dos años. Un periodo en el que se crean entre 700 y 1.000 conexiones neuronales. Si se deja pasar esa época en la que se forman todos esos circuitos, se pierde una oportunidad de oro.

– De hecho ha reivindicado que la neuropediatría sea reconocida como una especialidad oficial por el Ministerio de Sanidad.

– Ese es otro gran problema. La pediatría no tiene reconocida ninguna de sus especialidades. Los pediatras tenemos una formación específica pero no un título oficial que lo acredite. Es fundamental que la población tenga la certeza de que la persona que ejerce como neurólogo, por ejemplo, ha obtenido esa formación. En el caso de la pediatría, sin embargo, no interesa.

– ¿Está minusvalorada?

– No está suficientemente valorada, no, incluso entre los propios colegas. Entre los profesionales de este campo sí que lo está, pero administrativamente no. Parece que los pediatras tienen que valer para todo.