Torrelavega al completo pasa a ser zona 30
La reducción del límite de velocidad afecta a todas las calles situadas dentro del anillo de circunvalación
La toma de decisiones tendentes a la mejora de la movilidad urbana no cesa en Torrelavega. La última ha consistido en reducir el límite ... de velocidad a 30 kilómetros por hora en todas las calles de la ciudad situadas dentro del anillo de circunvalación (Bulevar Ronda). Los objetivos son varios y todos beneficiosos: disminución del número de accidentes y de la gravedad de los mismos, y descenso de la contaminación acústica y medio ambiental con menos emisiones a la atmósfera, a la vez que se aumenta la fluidez del tráfico.
El concejal del área, Javier Melgar, dice que en los últimos años venían implantando las zonas 30 en el centro de Torrelavega de forma paulatina, hasta que «decidimos dar el paso definitivo». En comparación con otras actuaciones de su departamento, esta no ha resultado muy complicada: «Hemos colocado señalización vertical y horizontal en los accesos a la ciudad. Son señales grandes, tipo autovía, con el límite de velocidad rodeado de color verde fluorescente, para que se vea bien, y el texto con el aviso de que es en todo el casco urbano. También se ha pintado la señal en la calzada».
El edil socialista recuerda que todas estas decisiones son consensuadas con el equipo redactor del nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, cuyo borrador espera que esté listo para «el próximo verano», varios meses más tarde de lo que estaba previsto inicialmente. Melgar hace hincapié en que son actuaciones encaminadas a incrementar la seguridad vial y mejorar la movilidad de los peatones, y pone otro ejemplo: «Hay barrios que pasan a ser 'Zona residencial con preferencia peatonal', como ya hemos hecho en Mies del Palacio, Quebrantada y algunas zonas de Ganzo y Duález, donde el límite de velocidad pasa a ser de 20 o incluso 10 kilómetros por hora».
Atendiendo las demandas de asociaciones de personas con movilidad reducida, el departamento que dirige Melgar también está llevando a cabo el rebaje de aceras hasta «cota cero», para «eliminar cualquier barrera a las sillas de ruedas». Igualmente, desde el inicio de la legislatura se han habilitado una treintena de plazas de aparcamiento para personas con discapacidad y se han colocado avisadores acústicos en los semáforos del centro.
Otras «microactuaciones» han consistido en mejorar los «itinerarios peatonales» estrechando algunas calzadas y ensanchando las aceras en los pasos de cebra para «acortar la distancia a recorrer por el peatón en el momento de cruzar la calle y que los conductores vean mejor a esas personas». Esta medida se ha llevado a cabo en una treintena de pasos de cebra. La obra más llamativa se ha ejecutado en la calle Andalucía y su entorno, a petición de los vecinos, que reclamaban medidas para frenar el alto índice de atropellos. También a petición de los residentes se va a hacer lo mismo en la calle Marqués de Santillana, dada la cercanía al centro de salud de El Zapatón, varios centros educativos y el de personas mayores.
El concejal de Movilidad resalta también otras intervenciones recientes de su departamento, como la instalación de una decena de nuevas marquesinas del Torrebús, la ampliación de zonas de carga y descarga, y la creación de nuevos carriles bici, así como itinerarios seguros para que los niños puedan ir andando al colegio. Ya se ha actuado en el entorno de colegios como Cervantes, Fernando de los Ríos y Matilde de la Torre, donde «hemos ampliado aceras, habilitado caminos segregados para los alumnos y bajado el límite de velocidad a 20 kilómetros por hora». La medida se está desarrollando ahora en el Pancho Cossío. «Nos es fácil convencer a los padres para que dejen ir andando a sus hijos al colegio, acabando así con los colapsos de tráfico en las horas de entrada y salida, pero son medidas a medio y largo plazo que van calando poco a poco», afirma Melgar.
Más medidas
A juicio de la Mesa de Movilidad del Besaya, medidas como la de reducir el límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en todo el caso urbano, deben de ir acompañadas de «otras muchas» tendentes a aminorar el número de coches que entra en la ciudad. «Si esto no se consigue -explica Javier Polanco, uno de sus portavoces-, vamos a tener a los mismos vehículos dando vueltas en busca de aparcamiento, solo que a velocidades más moderadas. Hay que poner en marcha medidas que fortalezcan el transporte público, sobre todo el de carácter comarcal, que lleva décadas pendiente de reforma y actualización».
Según Polanco, el Ayuntamiento también debe suprimir plazas de estacionamiento en el centro y crear nuevos aparcamientos disuasorios en las entradas a la ciudad y bien conectados con el transporte público, pensando siempre que «es bueno que se reduzcan las emisiones contaminantes porque el cambio climático nos afecta a todos».
La Mesa de Movilidad del Besaya quiere que todas estas medidas formen parte del nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que viene reclamando desde hace varios años. La Mesa de Contratación adjudicó en octubre de 2017 la redacción del documento, después de casi un año de bloqueo por la demora en la presentación de un informe técnico.
La empresa Tool Alfa es la encargada de realizar el trabajo con un presupuesto de 51.013 euros y un plazo de ejecución de un año, prorrogable por otro más. El importe de la adjudicación supuso una baja del 32% sobre el presupuesto base de licitación. El nuevo Plan de Movilidad se ha presentado como «más ambicioso y participativo» que el actual, redactado por el equipo de gobierno anterior (PP) pocos meses antes de que la moción de censura de enero de 2014 le apartase del poder. El equipo de gobierno actual (PSOE-PRC) dice que aquel primer Plan de Movilidad se hizo «deprisa y corriendo para optar a unas subvenciones». Melgar insiste en la importancia del nuevo: «Abarcará todas las necesidades de la ciudad»
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión