Los organizadores del FICT dejan el festival tras 19 ediciones por discrepancias con el Ayuntamiento
Se desconoce quién se hará cargo del nuevo evento, en qué fechas se celebrará y qué pasará con la películas ya remitidas para la edición de este año
La asociación cultural que durante los últimos 19 años ha promovido el Festival Internacional de Cortometrajes de Torrelavega (FICT) ha decidido desvinculase del evento, disconforme con la decisión del Ayuntamiento de sacar a concurso público la organización y con las cláusulas económicas.
En un comunicado público, la entidad ha anunciado que no presentará ningún proyecto para continuar organizando el Festival que creó el cineasta Américo Gutiérrez, y a la vez que no tiene ninguna relación con las acciones que lleva o pueda llevar a cabo el Consistorio, y con quienes asuman la futura gestión del certamen.
En especial se critican las «condiciones organizativas y económicas difícilmente asumibles» por la asociación, al entender que las fijadas por el Ayuntamiento «rompen con la ascendente línea cualitativa y el espíritu creativo que impregnó el fundador y director del Festival».
Así, se reitera que esas características son las que, a lo largo de 19 ediciones, «lograron convertir este Festival en uno de los referentes a nivel mundial« y que, »por extensión, y gracias al esfuerzo de Américo«, hizo que el nombre de la ciudad »se conociera más allá« de sus fronteras.
Todo ello, apenas un año después del fallecimiento de Gutiérrez, impulsor del festival y promotor del grueso de actividades (exposiciones, conferencias, cursos...) que surgieron en torno al festival, incluyendo la primera reunión que daría pie a la creación de la Asociación Udiovisual de Cantabria, ACUCA.
Por su parte, el Ayuntamiento de Torrelavega, que se comprometieron en la última gala del festival (mayo de 2018) a apoyar las ediciones sucesivas y mantener el evento como referencia, continúa adelante con el concurso público convocado para adjudicar el contrato de organización y gestión del FICT, que se pretende adjudicar por un año con la posibilidad de dos prórrogas, y con un presupuesto de 27.500 euros por edición.
Al mismo se han presentado solo dos propuestas de entidades que optan a adjudicarse la gestión del certamen, las cuales están ahora siendo objeto de estudio por parte de los técnicos municipales para que la adjudicación se pueda llevar a cabo en los próximos días.
Nuevas bases
La concejal de Cultura, Cristina García Viñas, anunció hace unas semanas que este contrato respondía al deseo del Consistorio de dar continuidad y potenciar este festival que puso en marcha Américo Gutiérrez hace 19 años y que dirigió hasta su fallecimiento hace unos meses.
El pliego de condiciones del contrato establece que el adjudicatario deberá realizar la organización «integral» del festival: formalización y difusión de bases, recepción de originales a concurso, constitución del jurado, selección de películas, proyecciones, premios del Festival y gala de entrega de premios.
También se especifica que la difusión deberá ser nacional e internacional, que las proyecciones deben tener entrada gratuita para los espectadores y que se deben organizar ciclos específicos que contribuyan a la difusión de la cinematografía y que guarden relación con los premiados, en especial con el galardón anual «Demetrio Pisondera».
En el apartado de premios, cuya cantidad se reduce, se destaca la concesión de galardones al mejor cortometraje, al mejor actor, a la mejor actriz, al mejor director, al mejor cortometraje argumental de autor cántabro, o el Premio Américo Gutiérrez al mejor cortometraje de animación, una categoría llamativa tratándose del nombre del fundador del propio festival.
En cuanto a los criterios de adjudicación, las dos ofertas van a ser ahora evaluadas mediante la aplicación de juicio de valor (hasta 40 puntos), proyecto sobre gestión y desarrollo (hasta 30), y mejoras (hasta 10), además de otros criterios como difusión, actividades pedagógicas o nuevas propuestas.
Las fechas hacen prácticamente imposible que el festival se celebre en su margen habitual (las dos últimas semanas de mayo), puesto que la visualización de las más de 2.000 películas que se recibían en cada edición requieren en torno a cuatro meses de trabajo por parte de los miembros del jurado (se desconoce quienes realizarán esa función con la nueva organización). Esto dejaría fuera de plazo la precandidatura de los cortometrajes seleccionados para los Premios Goya, uno de los principales logros del FICT que contribuía a dar relevancia nacional a los cortos seleccionados en Torrelavega, de los que varios fueron premiados más tarde en los propios Goya. Los propios cineastas que han presentado sus trabajos en ediciones anteriores han mostrado en redes sociales su sorpresa ante este cambio de rumbo.