La Policía interviene en la zona de vinos para desalojar la calle y cumplir el toque de queda
Los agentes, algunos a caballo, tuvieron problemas para despejar la zona e incluso llegaron a cargar contra varias personas
David Carrera
Torrelavega
Domingo, 15 de agosto 2021, 20:11
El centro de Torrelavega, y en especial la zona de vinos, es, en realidad, una gran terraza. La condición peatonal del centro urbano favorece ... a los negocios hosteleros, que pueden montar veladores con mesas y sillas en prácticamente cualquier calle sin que los coches molesten a quienes disfrutan de una caña a cielo abierto.
En la jornada del sábado, víspera del día grande en la ciudad, no faltaba demasiado para que los bares tuviesen que cerrar cuando agentes de la Policía Nacional, algunos de ellos montados a caballo, tuvieron que intervenir en la concurrida zona de vinos. Desalojó las calles porque una marabunta de ciudadanos se arremolinaba en torno a los locales hosteleros que allí se ubican, a pesar de que éstos ya se encontraban recogiendo. Muchos de ellos enfilaban el camino a casa, pero otros, sin embargo, tardaban en separarse de las mesas de los bares, lo que obligó a que los agentes a caballo cargaran contra algunos rezagados. Otros, incrédulos, grababan con el móvil la intervención policial, mientras los agentes justificaron su actuación porque les habían lanzado objetos.
El alboroto fue tal que a los hosteleros no les pareció mal que llegase la policía y mandase parar. Al contrario, algunos lo agradecieron porque ya se temían que en fiestas acudiera mucha gente a la capital del Besaya, y como decía el dueño de un céntrico bar: «La mayoría se comporta, lleva mascarilla, guarda la distancia y se retira a la hora, pero hay otros que...». «Yo ya lo dije el viernes, que temía lo que pasara al día siguiente. Y por desgracia no me equivoqué. Fue una cosa terrible. Vino muchísima chavalada, muy jóvenes y con muchas ganas de beber», agregaba.
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Una marabunta de gente abandonaba la zona de vinos escoltada por los agentes montados a caballo y otros a pie que pedían a los viandantes que se fueran a sus casas para cumplir con el toque de queda.
A unos metros de allí, en el recinto de La Lechera también se vivió otro desmadre en el concierto de Juan Magán, que acabó con gente de pie y bailando sobre las mesas y sillas como se puede ver en algunos vídeos subidos a las redes sociales. Pero no todos los hosteleros opinan igual. Uno de ellos, con un local en la calle San José, califica los hechos como «una auténtica pasada. La gente no estaba haciendo nada malo y muchos se estaban marchando a sus casas cuando ha llegado la Policía, que sin motivo alguno ha comenzado a hostigarles y, en algunos casos, a golpearles con las porras cuando no era aún la una de la madrugada». «Me parece que la actuación policial ha sido desmedida, han venido porque les ha llamado la Policía Local, que había un incidente en un local en Alonso Astúlez y se les ha ido de las manos porque se les veía nerviosos y desbordados», señalaba un vecino atónito, que presenció el desalojo y que se trasladó de la zona peatonal a la calle Pando con una riada de gente.
Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Pérez Noriega, indicó que la intervención policial, que se saldó con un detenido y varias denuncias por saltarse el toque de queda, se produjo pasados diez minutos de la una de la madrugada. Asimismo, restó importancia a las cargas policiales que, en su opinión, se produjeron con aquellas personas que se negaban a abandonar el lugar. En realidad, a los hosteleros y currantes les hubiese gustado que el fin de semana pudiesen hacer su trabajo sin el desbarajuste del sábado de por medio porque «por lo general, la gente se comporta, pero a medida que avanza la noche se van cargando, lo que no justifica meter a la Policía a caballo, que creo, lo ponen peor», apuntaban.
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