Tomate 'made in Torrelavega'

El Ayuntamiento de Torrelavega, en colaboración con la asociación Simientes Infinitas y Ecologistas en Acción, repartirá desde este jueves unas 10.000 plantas de tomate entre los ciudadanos de Torrelavega, usuarios de los huertos urbanos y colegios, con la intención de celebrar en el mes de agosto, si las condiciones sanitarias lo permiten, un Festival del Tomate en el que se puedan exponer todas estas variedades.

El proyecto consiste en el cultivo ecológico de estas 350 variedades de tomates de todo el mundo, hasta que las plantas ya tienen la altura suficiente para poder repartirlas entre los ciudadanos de la comarca del Besaya. El objetivo es que los interesados planten en sus domicilios estas variedades para recuperar el sabor del tomate que se ha perdido en los últimos años frente las grandes producciones.

Entre los diferentes tipos de semillas hay una veintena de variedades cántabras y se ha llevado a cabo una recuperación de las que ya no se estaban cultivando o a punto de perderse. Incluso hay una variedad del municipio de Torrelavega, llamada 'Soy de Tanos'. El reparto a los particulares, que recibirán unas cuatro plantas por persona, se hará este jueves, el viernes y el próximo martes en La Lechera. También se entregarán a los usuarios de los huertos urbanos -unas 12 a cada uno- y a los colegios, para que los alumnos cultiven los tomates en las aulas.

El concejal de Ferias y Mercados, Jesús Sánchez, y los representantes de Simientes Infinitas y Ecologistas en Acción, Guy Ferrier y Floren Enríquez, respectivamente, presentaron este miércoles esta iniciativa que pretende continuar en el mes de agosto con el citado Festival del Tomate, además de actividades y un concurso al que se podrán presentar los ciudadanos que hayan cultivado las plantas recogidas en La Lechera si la situación del coronavirus lo hace posible. El Consistorio y las asociaciones llevan más de un año trabajando para poder llevar a cabo el evento, ya que en 2020 la iniciativa no se pudo culminar con el festival, aplazado por la pandemia. De hecho, surgió la polémica cuando se preguntó al Ayuntamiento por los 25.000 euros destinados a una feria que no se llegó a celebrar.

El concejal de Ferias y Mercados espera que este año sí pueda llevarse a cabo el evento, con medidas de seguridad, y aclaró que no quieren que sea simplemente «un mercadillo ni una feria, sino un referente del primer Festival del Tomate para que se quede en la ciudad por muchos años» y que se convierta en una actividad con futuro. Y además de recuperar los sabores tradicionales del tomate, «muy tergiversados» hoy en día, recuperando la agricultura ecológica, confía en que el festival sirva para tener una variedad con denominación de origen para cultivar en Cantabria, lo que podría también «contribuir al autoempleo».

Por su parte, el especialista Guy Ferrier subrayó que no es necesario cumplir ningún requisito para recoger las plantas, «sólo ganas de cultivar», aconsejando para ello «simplemente cariño», porque el tomate «es el niño especial de la huerta» ya que la cornisa cantábrica es «uno de los peores sitios» para cultivarlo por la humedad. Pero «se logra» y «no hacen falta productos químicos», advirtió, destacando que después «todo eso lo estamos comiendo» y explicando que las variedades modificadas genéticamente son más productivas y tienen mejor apariencia pero «no saben a nada». Floren Enríquez, de Ecologistas en Acción, explicó que tanto Torrelavega como su comarca tienen un gran potencial en el desarrollo de cultivos ecológicos y por ello animó a los vecinos que se acerquen a La Lechera a recoger plantas.

Guy Ferrier es reconocido en el sector de los horticultores como un experto y no duda en compartir sus experiencias, aunque «rápidamente» advierte de que «no soy un coleccionista». Su interés estriba en recuperar tomates antiguos, heredados, naturales, «variedades que se han acoplado al clima, a la tierra, a una zona determinada, y que están en riesgo de perderse».