Torrelavega completa el desalojo del Palacio y trasladará Recaudación a una oficina
El último departamento que conserva el Bulevar Demetrio Herrero pasará a ubicarse en El Zapatón, donde se encontraba el Registro municipal hasta su traslado a La Llama
Cerrojazo definitivo al Palacio municipal y a su papel dentro del engranaje administrativo del Ayuntamiento de Torrelavega. El último departamento que conservaba el edificio ... anexo a la Casona, el de Recaudación, ultima su traslado al barrio de El Zapatón, al mismo lugar donde se ubicaba el Registro hasta su mudanza a La Llama y donde aún permanece la oficina municipal del Padrón -en la calle Pintor Escudero Espronceda-. El Ayuntamiento de Torrelavega ha contratado ya los trabajos para la adecuación y el aterrizaje de la sección en esta sede ya preexistinte, a la empresa Ferbovent por 7.158 euros, ultimando así unos trámites que dejarán la antigua Casa Consistorial definitivamente vacía de contenido e inerte. Después de ocho años de desalojo progresivo de toda esa actividad administrativa, el último departamento que quedaba en su interior se marcha y dejan el Palacio municipal cerrado y sin uso de forma definitiva.
Esta última mudanza fuera del antiguo Ayuntamiento viene a consolidar la visión del equipo de gobierno (PRC-PSOE) de cómo debe ser el mapa de sedes municipales a lo largo de la ciudad. Al margen del debate sobre su dispersión, cuestionada por la oposición en muchas ocasiones, lo que de verdad se pone de relieve aquí es la emancipación del Palacio, por primera vez en la historia, de toda actividad administrativa, en coherencia con el proyecto de restauración que plantea la coalición y que contempla un edificio más ligado a la actividad institucional y cultural.
Háganse a la idea. Recaudación no volverá al Palacio municipal, como tampoco los despachos de los grupos políticos, el Registro o cualquiera de las sedes que hoy se hallan repartidas por el centro. Los ciudadanos dan muchas vueltas para encontrar las oficinas de distintas áreas y el Ayuntamiento ha llegado a guiarles con mapas y códigos QR desde el edificio de La Llama. Por otro lado, sí volverán los debates en los Plenos y la cara más institucional y ceremoniosa del Ayuntamiento, desde distinciones hasta actos culturales, pero no los recados del día a día relativos a la Administración local.
La antigua residencia de Demetrio Herrero quedará vacía de contenido por primera vez en su historia tras cumplirse este trámite
Y aquí hay que hacer un paréntesis importante. Volverán siempre y cuando el Palacio sea restaurado. El proyecto de reforma para recuperar la antigua Casona de Demetrio Herrero sigue sin estar redactado. Es más, el equipo de gobierno (PRC-PSOE), aunque adjudicó esa redacción a una UTE de Cero y Voluar, sigue sin formalizar públicamente este contrato medio año después. No hay ningún avance desde febrero.
Sin dinero, no hay Palacio
A día de hoy, es difícil disociar esta pausa con las aspiraciones del Ayuntamiento a captar fondos Feder, la única vía de cofinanciación clara que se vislumbra a día de hoy para pagar los cerca de ocho millones euros en obras de restauración -es solo una estimación hasta que haya un proyecto de ejecución-. Torrelavega aspira a obtener 5,2 millones de esa convocatoria del Desarrollo Urbano Sostenible del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, del Ministerio de Hacienda, aunque no está nada claro qué será de este proyecto y del Palacio en general si el dinero no termina en las arcas torrelaveguenses.
El Ayuntamiento sabrá si puede contar o no con ese dinero a finales de este verano, pero no es el único que aspira a esos mismos fondos. Municipios como Santander y Piélagos también se han presentado a la convocatoria del programa Feder.
La salida de Recaudación del Palacio municipal apuntala el aislamiento del inmueble de toda actividad; la pregunta es durante cuánto tiempo exactamente. La sombra de la incógnita afecta no solo a la dilación y los años inertes del edificio público más valioso de Torrelavega, sino al futuro que contempla para este el gobierno de coalición. Si el dinero falla, todo lo demás se puede tambalear.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión